domingo, 26 de febrero de 2012

Narraciones Terrorificas - Destino final

Ya hemos explorado en algún otro lado la historia del pulp pionero en nuestro idioma  Narraciones Terroríficas, sus fuentes, diversas etapas y varios otras cosas relacionadas (un primer volumen -muy completo en todos estos aspectos- fue editado por mi en el año 2000, y desde allí se extractó el material sobre esta revista que se incluyó en el libro publicado en España “La Novela Popular en España", Volumen 2 de editorial Robel). 

Hoy nos abocaremos a comentar algo con respecto al inesperado destino de lo allí publicado.  Claro, pues aun cuando pudiera parecer que una vez publicado, y considerando el origen mas bien espurio de mucho de su material, sus historias permanecerían juntando polvo en algún altillo, o sótano, usted escoja. Pues no.  Fue la misma editorial la que decidió que esas obras podían ser reusadas, y sin indicar, por cierto, la fuente del material.



La primera vez fue en una breve colección de antologías titulada Relatos de Pesadilla, de muy pequeño formato, y escasa producción de fines de los años 40 publicadas en España, donde vieron la luz un gran numero de obras de la época Weird Menace de Narraciones Terroríficas, por cierto sobre las únicas que creemos que la editorial pagó algún derecho.  Recordemos que para el año 1949 la revista aún seguía publicándose en Argentina, a ritmo lento, pero aun seguía (lo haría hasta el número 76 fechado en Mayo de 1952). Cubiertas de un azul muy profundo, casi negro, 128 páginas, portada y pequeña viñeta al comienzo de cada historia a cargo de Bocquet. 




La segunda ocasión donde vimos resurgir material, fue dentro de la colección de antologías de la editorial Molino en los años 70, y cuando por medio de la firma de Manuel  Gimenez Sales como antologista, se seleccionó todo el material para estos libros de las ya amarillentas paginas  de Narraciones Terroríficas.  Esta vez no incluyó relatos del estilo Weird Menace, por respeto a los lectores supongo.


Estas antologías fueron incluidas en una serie llamada Molino Biblioteca Oro Terror, comenzando en el número 27 y en forma casi consecutiva  hasta el número 39, entre los años 1973 y 1975.  Un total de 11 antologías con el material previamente seleccionado casi por completo por J. Mallorqui Figuerola.  De hecho es por esta razón que en sus páginas encontramos relatos de autores que asociamos fundamentalmente con la ciencia-ficción: Fritz Leiber, Edmond Hamilton, o Henry Kuttner por citar a algunos que fueron frecuentes colaboradores de Weird Tales.