lunes, 30 de abril de 2012

Ciencia-Ficción en la revista de historieta Okey (primeros 50 números)


La revista Okey fue la primera revista dedicada 100% a la historieta en Chile.  La editaba Zig-Zag y desde su primero número en Julio/1949 hasta su final más de una década después en el año 1965, y con sobre 800 ejemplares, siempre tuvo presente obras de Ciencia-Ficción en sus páginas.

Las obras se publicaban seriadas, en blanco y negro, y en algunas páginas se agregaba el color rojo al igual que en la portada, e incluían en su gran mayoría obras de origen foráneo.  La verdad es que la presencia chilena fue muy escaza, sino es que casi nula (con la excepción permanente de una página con un chiste de Condorito).

Las obras eran de múltiples fuentes.  De EEUU en sus tiras diarias Flash Gordon y Brick Bradford, por ejemplo.  De Inglaterra y Francia con certeza.  De Argentina y muchos otros países.  Lamentablemente no fue muy prolijo con los detalles, y casi en toda su vida nunca publicó los nombres de los autores, y cambió o castellanizo el nombre de los personajes, transformando así la identificación de las mismas hoy día en todo un puzzle.

Como su trayectoria fue tan larga, estudiaremos la publicación en conjuntos más pequeños.  Revisemos hoy día la Ciencia-Ficción que se pudo ver en sus primeros cincuenta ejemplares.

Las dos primeras obras que conocemos son: Radarius (de autor belga) y un trabajo del chileno Oscar Camino.  Radarius fue un trabajo de Loys Pétillot, quien tuvo la colaboración del escritor francés Maurice Limat, y fue publicada en la revista Bob et Bobette. Solo tuvo dos series entre 1946 y 1947, y la que conocemos corresponde a la segunda Radarius Face aux Martiens (Radrarius contra los marcianos, en Bob et Bobette No. 56, 1947).  En esta ocasión el nombre del protagonista no sufrió cambios y la ilustración de la portada original fue usada también por Okey en su ejemplar número 20 del 31-Dic-1949 como se puede apreciar.



Otra obra de ciencia-ficción temprana corresponde a las novelas gráficas de Oscar Camino. Dos series consecutivas con los mismos personajes.  Así y siendo aún el año 1949, en el número 14, se comienza a editar El Navío Atómico, la que finaliza en el ejemplar número 28 para, los que luego de dos semanas, ya en el número 31, dar paso a una nueva serie  El Misterioso Invasor.

La primera historia nos muestra el viaje de un grupo de terrestres por el Sistema Solar, con el protagonista un ingeniero llamado Gastón Dupre y su novia Gloria Mitchell quienes se movilizan en el espacio usando un “navío atómico” en compañía de un equipo de personas. Visitan la Luna, donde descubren los cuerpos de unos viajeros del siglo XIX . . .  Siguen a Marte, donde se reúnen con los habitantes de este planeta y su líder “el Gran Marciano”.  Toda esta historia es una versión primigenia  de lo que será su gran trabajo “Hacia Otros Mundos” y que publicará años después en El Peneca.

En este trabajo de Camino se debe hablar  más de una novela gráfica o de novela con ilustraciones que de historieta propiamente tal.  Esto porque lo que en primera instancia parecen ser didascalias (o texto al pie de la ilustración), resulta ser una narración continua, independiente de las ilustraciones.  Luego los cuadros numerados, pasan solo a ser un apoyo a la narración, mientras la trama se va desarrollando en los textos.

Sin embargo, de forma tímida (y en muy contados casos), usa globos de texto en algunos cuadros para reafirmar la historia.  Ya podemos ver en algunos de estas láminas la influencia de los trabajos de Alex Raymond (autor de Flash Gordon) que se hará más patente en sus trabajos posteriores.  .



También conocemos otro trabajo, a contar del número 43: El hombre de acero. Esta historia sobre un grupo de gigantescos robots que atacan y destruyen Londres.  Posee unas preciosas ilustraciones de aviones, y se puede observar una gran experiencia en historietas bélicas de sus autores.



Y para concluir un trabajo de un agente secreto, que se acerca mucho a los clásicos temas de la CF. Es “X-21 contra las Ondas Infernales”. Este trabajo tiene toda la apariencia de también ser de origen franco-belga, pero no hemos podido aún encontrar su fuente exacta. Un científico desde el desierto del Gobi ataca con “Ondas Infernales” a Francia y restantes países de Europa, siendo misión del agente X-21 junto a un grupo de valientes (Dumbral, Juan Prim entre ellos) ir a destruir este centro en pleno desierto del Gobi.



lunes, 23 de abril de 2012

Ciencia Ficción en la revista Pacífico Magazine


Entre los años 1913 a 1921 se publicó en Chile la revista Pacifico Magazine, a cargo del escritor Alberto Edwards y editada por Zig-Zag.  Sus páginas estaban llenas de cultura, se editaba en muy buen papel, y estaba profusamente ilustrada con fotografías, dibujos e ilustraciones.  También incluyó ficción y poesía, tanto de autores nacionales como extranjeros.

En cuanto a la CF, publicó al menos una obra de Wells, Los primeros Hombres en la Luna, pero también otras obras que son de nuestro interés y que fueron escritas por chilenos.  El mismo Alberto Edwards, pero usando el seudónimo de Miguel de Fuenzalida, escribió una serie de relatos tanto policiales, con el detective Román Calvo, como de CF, en un ámbito más cercano a la política-ficción (un tema que Edwards manejaba muy bien).  Ambos series de relatos han sido reeditados luego en libros: “Cuentos Fantásticos” se llama la una, y “Roman Calvo, el Sherlock Holmes chileno” la otra.  Hoy daremos una mirada a las ilustraciones que se incluyeron en Pacifico Magazine.

Mencionemos que dos de  los principales ilustradores nacionales que trabajaron allí fueron Pedro Subercaseaux, también conocido como Lustig, un gran caricaturista pero también un muy buen pintor; y nuestro recordado y querido Coke, Jorge Delano, famoso creador de la revista de caricatura política Topaze.

Los aportes a la Ciencia Ficción de ambos serán ahora expuestos mostrando que -a  veces- no basta con el puro deseo. . .   El caso de Coke es para una edición de 1918, para un trabajo titulado “El gran plebiscito del Pacífico” en donde relata que para el “futuro” año de 1940 se llevaría finalmente a efecto la votación en las ciudades de Tacna y Arica de acuerdo a lo establecido en un tratado años antes.
Este año 1940 describe el autor “Los tales aeroplanos están construidos en forma de alas de mariposas.  Del centro de ellas salen cabezas divinas envueltas en rubias o negras cabelleras, al gusto del consumidor.”  Así Coke nos presenta así los tales aeroplanos:


Otros par de cuadros de José Delano para ilustrar esta historia son:


El segundo caso que veremos serán los trabajos de Pedro Subercaseaux para las obras de Alberto Edwards.  Revisemos la historia de 1916 “El Arbitro de Europa”.  Recordemos que esta historia se escribe mientras en Europa se desarrolla la Primera Guerra Mundial, por lo que Edwards imagina a una persona que desarrolla una nave muy poderosa y equipos individuales para volar, por lo que con eso puede dirimir los problemas y entregar paz a los pueblos.




Ambos casos son interesantes muestras de arte, pero ciertamente no se alejan mucho del trabajo realístico más que fantástico, hecho especialmente destacable para Coke cuya aeroplano con forma de mujer parece ser… una mujer.  Sin embargo son trabajos que están algo perdidos y creo que vale la peno exponerlos y darlos a conocer a las generaciones de hoy.

sábado, 14 de abril de 2012

Breve historia de la revista Aladino

Aladino fue una publicación dedicado al público juvenil e infantil chileno que bajo la dirección editorial de Carlos de Vidts salió a quioscos el 5-VIII-1949, y que fuera impresa por la editorial Apolo.  Justo un año antes la editorial Zig-Zag había suspendido su segundo título dedicado al mismo segmento de lectores, El Cabrito, y había dejado solamente la revista El Peneca como su revista dedicada a ellos.


El formato de este Aladino fue el clásico formato pequeño que ya se usaba en otras publicaciones infantiles, con series de cuentos como Mamita, de la editorial Universo, y el papel era de bajo costo, con portadas a tres colores siempre debidas a la pluma de Adduard.

La gran editorial en esos momentos, reacciono muy rápido a este intento de quitarle mercado lanzando dos revistas, ambas del mismo tamaño pequeño.  Una de ellas probablemente fue debida al deseo de Core de tener una publicación propia, y se tituló Condorito (se lanzó con solo un día de diferencia con Aladino, y no tienen nada que ver con el personaje que luego dibujaría Pepo).


La otra que salió un par de meses después se llamó Simbad, y el editor de Aladino la acusa de ser una copia en contenido, formato y con el único afán de hacerla desaparecer (editorial del ejemplar número 15 de Aladino).

En un principio la orientación fue más bien infantil, con cuentos e historias clásicos, algo de comics y mucha ilustración.  Esto cambiará con el nuevo formato que introdujo a contar del ejemplar 58.  Aladino duplicó su tamaño pareciendo más una revista adulta, y ese cambio también lo reflejó en su contenido.  Esto significó la publicación de ficción más moderna, tanto en la literatura como en su sección de comics.


En cuanto a ciencia-ficción, en sus primera época encontramos una adaptación al comics del clásico de Wells El Hombre Invisible debido al trabajo de Percy, quien luego se haría famoso con su personaje Antartico -que se mantiene vigente hasta el día de hoy.

Sin embargo es en la segunda etapa en donde la ciencia-ficción se transforma en una parte destacada de la revista.  A contar del mismo número 58 se incluye ficción en capítulos de clásicos de los pulps, especialmente del denominado Space Opera. Hasta el último ejemplar, el 98, se editaría dos novelas del Capitan Futuro, de Edmond Hamilton, y otras tres historias más.

En general las ilustraciones repetían aquellas que se encontraban en los pulps originales, pero hay algunas aportaciones y/o adaptaciones de dibujantes locales, como el caso de Themo Lobos que realizó un dibujo con los principales personajes del Cap. Futuro.

Otros personajes clásicos de los pulps y de los comics también vieron la luz en esta época.  Por ejemplo con el Zorro con su novela “Caballero y Bandido” o con Mandrake el Mago.


Con el cambio de formato, no solo el contenido cambio.  También, al parecer, se produjo un cambio en la propiedad de la publicación.  En el ejemplar 60, ya no aparece De Vidts como el editor y ya a contar del número 64 se oficializa en la Editorial que ahora “se imprime en los Talleres de Empresa Periodística La Hora”, y se da una nueva dirección para recibir las colaboraciones. Y en el número 67 aparece como editora Maria Luisa Vergara quien se mantendría en el cargo hasta el súbito fin con el ejemplar 98.
Así las cosas, yo no dudo en calificar a Aladino en su segunda época como un auténtico representante de la cultura pulp publicado en chile.

jueves, 5 de abril de 2012

Hombres Audaces en Chile

Cuando hablamos de Hombres Audaces, nos estamos refiriendo a la serie de novelas de personajes pulp que la Editorial Molino publicó desde fines de 1930 y hasta mediados de los años 1950.  Dentro de esta serie se publicaron varios personajes, todos ellos provenientes de revistas pulps de la editorial Street & Smith.



Ya en una entrada anterior, y con motivos de una reseña de la revista pulp Alerta! señalamos la publicación del cuarto número en la serie Doc SavageEl Tesoro Polar” (en original The Polar Treasure, Junio de 1933).  La portada de este Alerta! 87 es la misma del original (sin los colores), y que además meses antes ya había salido publicada en castellano en la serie Hombres Audaces que Molino alcanzó a editar en España antes de la Guerra Civil. 

A esta novela debemos ahora sumar la publicación en forma seriada de una novela de Bill Barnes en la revista infanto-juvenil El Colegial.  Esta revista comenzó a publicarse el mes de Abril de 1941 y editó más de 75 ejemplares semanales.  Fue un intento de competencia hacia El Peneca, y otras revistas juveniles e infantiles  de la época.


La novela de Bill Barnes se llamó “La Isla de los Cruzados” (Jogam Takes Wings) y publicado con el número 78 de la serie Hombres Audaces y publicado en el mes de Abril de 1940 en su edición argentina.  Dado que se traduce el título de idéntica forma en ambas publicaciones, podemos presumir que el texto también corresponde, aun que no hemos podido comprobarlo.

 Según un estudioso de la literatura infantil en Chile, esta novela estuvo entre las favoritas en el año y medio de publicación.  Dice textualmente: “Sus historietas más célebres fueron “El Paladín Trovador” y “La Isla de los Cruzados”(sic)”.



Como curiosidad adicional, podemos indicar que en las páginas de las diversas ediciones de El Colegial  se pueden ver también ilustraciones del dibujante español Bocquet, gran dibujante de la editorial Molino.