viernes, 20 de febrero de 2015

Torrealba, Olmos y Nattino: Cien Artistas, Cien Portadas (7)

Exhibimos hoy día la séptima entrega de la serie que estamos dedicando a la difusión de los trabajos de artistas nacionales a través de las cubiertas de libros publicados en el siglo XX.

Mario Torrealba.  Dibujante y caricaturista, conocido también por el seudónimo Peken (del que se ha mencionado el artista no gustaba). Nació en 1916, y es uno de aquellos que muy tempranamente se incorporan al equipo de la revista Topaze.  Además de esta revista, en la que permaneció muchos años, trabajó también en Pobre Diablo, y colaboró con la editorial Zig Zag con algunas cubiertas de libros como la que exponemos aquí.

Una de sus características es una vida muy ascética, comprometida más en los espiritual que en lo material, hecho que lo diferenciaba de sus pares.  Es además el dibujante de la famosa caricatura de sátira a Alessandri el año 1937, "No es tan fiero [el león] como lo pintan".  La ilustración que mostramos hoy es de el año 1940, y tiene la particularidad de no solo incluir la cubierta y contracubierta, sino que también la solapas en ella. Corresponde "El Auca Aventurero" a un trabajo novelesco juvenil de Luis Briones Carvajal sobre la cultura pehuenche y la invasión Inca.




Pedro Olmos. Reconocido artista plástico, que además posee una interesante carrera como dibujante. Nace en el año 1911 en Valparaíso, con estudios universitarios con célebres figuras del arte chileno del siglo XX. También integró el grupo de intelectuales de la década del 30 (integrado -entre otros- por Juvencio Valle y Pablo Neruda). Por esos mismos años se casó con escritora, poeta y pintora Emma Jauch Jelves. Vivió un tiempo en Argentina, desde donde participa en varias exposiciones mundiales y recibe varios premios por su arte. Vuelve a Chile a mediados de los años 50 radicándose en la ciudad de Linares, en donde junto a su esposa realiza una gran e intensa vida artística y cultural.

De su arte se ha dicho: "Su estilo, que se ha calificado como figurativo, tiene una tendencia muy americana y popular, con un rescate de valores tradicionales y culturales, con una dignificación de lo cotidiano, dando nobleza a lo típico. Su obra aborda diferentes aspectos de lo típicamente chileno  [. ..] En ese afán por rescatar y presentar lo popular y americano, el dibujo y las formas se impusieron con gran fuerza en sus telas."  Rescatamos hoy para esta serie un dibujo que realizó para el libro de Hugo Correa "El que merodea en la lluvia" (1961), obra que mezcla la CF con las tradiciones campesinas, tan del gusto de Olmos, obra realizada para ocupar tanto la portada como la contraportada.



Santiago Nattino.   Notable artista, gran especialista y maestro nacional del trabajo en el afiche y cartel durante el siglo XX. Su labor creativa la comenzó a desarrollar el año 1942 al egresar de sus estudios universitarios en la Escuela de Artes Aplicadas.  Sus trabajos destacaron desde un comienzo, y era usual que ganara en cuanto concurso postulaba con un cartel. De pensamiento de izquierda, apoyo el gobierno de Allende, y formó parte del aparato administrativo del Estado.  Luego del Golpe de Estado permaneció detenido sin cargos un tiempo, siendo luego liberado y despedido de su trabajo.  Continuó su trabajo colaborando con organizaciones de apoyo social, como la Vicaría de la Solidaridad, durante la dictadura.  Finalmente fue apresado por funcionarios del estado que integraban una rama de Carabineros de Chile en Marzo de 1985, y dos días después fue encontrado degollado junto a otros dos miembros de organizaciones de oposición, Parada y Guerrero, cuyos cuerpos mostraban signos de tortura.  Ese mismo año el juez Cerda identificó a los participantes directos, quienes fueron finalmente condenados por esta acción, que además produjo la renuncia a la Junta de Gobierno del General Comandante de Carabineros por su responsabilidad en el mando.


De Nattino conocíamos hace mucho tiempo sus portadas para un par de libros de cuentos de ciencia-ficción y fantasía de la editorial Huda del año 1971, los de Antonio Montero y Armando Menedín.  De esa misma colección exhibimos aquí otra muestra de su estilo abstracto, pero muy bien equilibrado, que da cabal justicia a su competencia y buen hacer ilustrador a la que había ido llegando, en un continuo avance de estilización en las formas, desde que comenzará a trabajar artísticamente en 1942. Corresponde al trabajo de Luis Enrique Delano titulado Antropofagia (1971), colección de cuentos. 


lunes, 9 de febrero de 2015

Primeras Obras de Narrativa Gráfica en Chile

Aún hay muchos aspectos de la historia de la narrativa gráfica en Chile por descubrir e investigar. Hoy veremos  un aspecto de su devenir, y sin que por plantearlo aquí lo demos por definitivo o cerrado.  Se refiere a la publicación de los primeros trabajos en formato álbum o libro dedicados exclusivamente a la narrativa gráfica, o al comics o historieta que se publicaron en nuestro país.

He logrado identificar dos de estos primitivos libros.  Son de los tempranos años de 1936 y 1941, uno de un artista español y el otro un chileno.  Vamos por orden cronológico.



El caricaturista, y artista de vanguardia español Cardenio (que corresponde al seudónimo de José González) estando residiendo en Chile, trabajó para El Diario Ilustrado, y publica en Santiago el libro "Todo el mundo sabe que esto son diez dedos". Con un tiraje de 500 ejemplares numerados, en sus 50 páginas contiene 21 dibujos incluyendo el de la portada. El libro viene "pregonado por Ramón Gómez de la Serna y psicoanalizado por el doctor Ramón Clares".  Ciertamente las caricaturas son avanzadas para lo que se hacía en Chile entonces, y probablemente es ese motivo el que hace calificar a alguien que sus trabajos en el diario eran "dibujos futuristas".

... y digamos con aquel santo Francisco de Asis: ¡Hermanita Liebre!

Logramos encontrar una crítica contemporánea de Norberto Pinilla relativa al libro que, en algunas de sus partes, señala:

"La publicación de un volumen de dibujos es un acontecimiento nuevo en el país.
El autor es un andaluz 'vagamundo' que va derramando, seriamente humor.

Los dibujos de Cardenio poseen una gran dosis de simpatía, una simpatía un poco violenta, pero siempre viril, aunque a ratos dura y cruel. Es el dibujo de un satírico del lápiz. Y en todo satírico hay un moralista oculto, un hombre que aspira y espera corregir las costumbres sociales.

Los dibujos de Cardenio hacen reír y pensar. Este tal vez sea su mayor mérito. Son ´monos´ que tienen una filosofía pesimista de la vida. Parece después de contemplar esta colección viene este pensamiento- que el hombre no sólo no avanza en el «camino de perfección:. , sino que se retrotrae a épocas pasadas. "




El segundo trabajo es del gran artista chileno, algo olvidado por su temprano fallecimiento, Jorge Christie M. Nació el año 1915, y todo apunta a que su primera aparición en una revista comercial fue en la revista “Topazin”, donde lo presentaron como un joven dibujante, el año 1935. 

Posteriormente lo vemos trabajar para la editorial Ercilla, en sus revistas “Chascón” y “Álbum Mickey”, donde Christie creaba y firmaba historietas con personajes de Walt Disney.  




Uno de sus grandes logros es ser el autor de la primera tira cómica diaria completamente chilena publicada en El Diario Ilustrado (el mismo dónde trabajó Cardenio) desde el 6 de Abril de 1938. Se llamaba  “Chu Man-Fú”, y era protagonizada por un mago chino, el abuelo y su hija, la bella Flor de Cerezo.

La popularidad de esta tira fue muy grande. Esto llevó a Christie a publicar este libro, titulado "Álbum Chu Man-Fú No. 1", que sería la segunda obra de narrativa gráfica editada en nuestro país, en el año 1941 y que contenía 80 historietas diarias ya publicadas.



Su carrera sigue luego de forma intensa, hasta acabar súbitamente con su temprana defunción cuando aún no cumplía los 40 años. Falleció el 5 de mayo de 1954, según información recopilada por el historiador Jorge Rojas que visito personalmente su tumba.

La tira se publicó por más de diez años en El Diario Ilustrado, entre el 6 de abril de 1938 y el 2 de mayo de 1950, fecha en que termina sin explicaciones, correspondiendo la última tira a la número 4.178. En el libro se muestran episodios que comienzan con el 590 y llegan hasta el 797.




Dos muy tempranos trabajos que deben ser incluidos en la historiografía de la narrativa gráfica, y que hoy están perdidos aún en la bruma del tiempo.