Dentro de la corta y la hasta hace no
mucho, poco creativa vida de los superhéroes chilenos,, de repente se
encuentran sorpresas. Una de estas es,
sin dudas, este primer superhéroe Kao, con su supernave Or
y su esposa Nea, que forman el equipo que se enfrentará a peligros
espaciales que intentan apoderarse de nuestra querida tierra.
En la revista El Cabrito, y a contar
del número 353 de la semana del 28 de que Junio de 1948, se dio comienzo a una
corta pero intensa vida de Kao. Solo
dos aventuras vieron la luz de este personaje que tiene más del Flash Gordon de las seriales de cine,
que del personaje de historieta. Sus dos páginas están estructuras no como una
secuencia de cuadros ordenados, sino más bien como una secuencia de imágenes ordenadas
a través de una figura central, y que representa el elemento de ambientación de
la historia que se narra en ella. Por
otro lado el sentido de la aventura impuesto es trepidante, aún dentro de las
limitaciones de las dos páginas, y se intenta siempre dejar atrapado al lector
para que busque con ansia la forma en que nuestro héroe se salvará en el
próximo capítulo, de igual forma que los “clifthangers”
que se usaron en las seriales de cine en los años 30.
En la primera aventura lo vemos enfrentar
la invasión de habitantes del planeta Venus.
Solo en tres semanas vemos a Kao enfrentar y vencer a los
venusinos. Nuestros superhéroes usan
capa, antifaz, casco si corresponde y usan la clásica parafernalia de este tipo
de personajes. En este período los dos autores chilenos, Damian Reyes
(historia) y Zuñiga Riveros (dibujo) logran conformar los personajes, y armar
el concepto que ya desarrollarían con mayor largueza en la siguiente aventura
que comienza en el número 356.
Se puede observar en el título del trabajo
el orgullo que sus autores muestran por ser chilenos. Dice expresamente “Novela escrita y dibujada
por chilenos”. En esta segunda aventura la trama es más compleja, pero
la estructura de las planchas es semejante. No se sostiene la historia en
cuadros ordenados y secuenciales, sino que se busca mantener una sensación de
acción por el uso de imágenes de tamaños disímiles y que cubren la página, más
que ser una ordenada serie de cuadros.
Otro dato interesante de destacar es la
relación de la pareja protagonista. Son
un matrimonio. Curioso, ¿cierto? Personalmente creo que es una concesión a las
normas morales imperantes en Chile, y de forma tal que se pudiera disponer de
una co-protagonista femenina sin que parezca moralmente reprobable, más aun
pensado que la publicación estaba orientada a un segmento infantil.
Respecto a los autores, nos ha sido
imposible averiguar más sobre ellos, o saber siquiera si continuaron con sus
trabajo en el comics. Lamentablemente, la revista El Cabrito dejó
súbitamente de publicarse en el número 362, del 29/Sept de 1948, dejando
inconclusa la segunda aventura, luego de publicar un total de 14 interesantes
páginas, que se suman a las seis de la primera aventura para formar el total de
20 que conforma la completa obra de Kao.
Para la pareja creadora fue ciertamente un golpe, y así alcanzaron a
demostrarlo en la última plancha en donde, en vez del tradicional “Lo sabrán Uds. el próximo miércoles”
escribieron “¡Lamentamos interrumpir aquí
esta serial CHILENA, que tanto les ha agradado queridos lectores!”
En esta revista se publicaron además una
serie de aventuras de ciencia ficción de artistas chilenos, en algunos casos
adaptaciones de obras de autores clásicos (Wells, Rosny), o en otros casos
obras de autoría local, como ocurre ahora con el reconocido Kao, el primer superhéroe chileno.
- 1) Kao Contra el planeta Venus en El Cabrito 353
(28/Jun/48) al 355
-
2)Kao y los criminales de la Luna en El Cabrito 356 al 362 (29/Sep/1948) incompleta por cierre de revista
Nota: Esta entrada fue
publicada anteriormente en el sitio de comics chilenos www.ergocomics.cl
1 comentario:
¿Sería muy complicado incluir una imagen de esos venusianos o selenitas y sus naves?
Por saber si se parecen a los platillos volantes que empezaban a ponerse de moda en la época y a esos extraterrestres pequeños y cabezones.
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