El formato de este Aladino fue el clásico formato pequeño que ya se usaba en otras publicaciones infantiles, con series de cuentos como Mamita, de la editorial Universo, y el papel era de bajo costo, con portadas a tres colores siempre debidas a la pluma de Adduard.
La gran editorial en esos momentos, reacciono muy rápido a este intento de quitarle mercado lanzando dos revistas, ambas del mismo tamaño pequeño. Una de ellas probablemente fue debida al deseo de Core de tener una publicación propia, y se tituló Condorito (se lanzó con solo un día de diferencia con Aladino, y no tienen nada que ver con el personaje que luego dibujaría Pepo).
La otra que salió un par de meses después se llamó Simbad, y el editor de Aladino la acusa de ser una copia en contenido, formato y con el único afán de hacerla desaparecer (editorial del ejemplar número 15 de Aladino).
En un principio la orientación fue más bien infantil, con cuentos e historias clásicos, algo de comics y mucha ilustración. Esto cambiará con el nuevo formato que introdujo a contar del ejemplar 58. Aladino duplicó su tamaño pareciendo más una revista adulta, y ese cambio también lo reflejó en su contenido. Esto significó la publicación de ficción más moderna, tanto en la literatura como en su sección de comics.
En cuanto a ciencia-ficción, en sus primera época encontramos una adaptación al comics del clásico de Wells El Hombre Invisible debido al trabajo de Percy, quien luego se haría famoso con su personaje Antartico -que se mantiene vigente hasta el día de hoy.
Sin embargo es en la segunda etapa en donde la ciencia-ficción se transforma en una parte destacada de la revista. A contar del mismo número 58 se incluye ficción en capítulos de clásicos de los pulps, especialmente del denominado Space Opera. Hasta el último ejemplar, el 98, se editaría dos novelas del Capitan Futuro, de Edmond Hamilton, y otras tres historias más.
En general las ilustraciones repetían aquellas que se encontraban en los pulps originales, pero hay algunas aportaciones y/o adaptaciones de dibujantes locales, como el caso de Themo Lobos que realizó un dibujo con los principales personajes del Cap. Futuro.
Otros personajes clásicos de los pulps y de los comics también vieron la luz en esta época. Por ejemplo con el Zorro con su novela “Caballero y Bandido” o con Mandrake el Mago.
Con el cambio de formato, no solo el contenido cambio. También, al parecer, se produjo un cambio en la propiedad de la publicación. En el ejemplar 60, ya no aparece De Vidts como el editor y ya a contar del número 64 se oficializa en la Editorial que ahora “se imprime en los Talleres de Empresa Periodística La Hora”, y se da una nueva dirección para recibir las colaboraciones. Y en el número 67 aparece como editora Maria Luisa Vergara quien se mantendría en el cargo hasta el súbito fin con el ejemplar 98.
Así las cosas, yo no dudo en calificar a Aladino en su segunda época como un auténtico representante de la cultura pulp publicado en chile.
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