Ya presentamos en una
entrada anterior, parte de la historia que habíamos podido rescatar respecto a
las actividades que en tema específico de las historietas, había desarrollado
en Chile el dibujante español Victor
de la Fuente (1927, 2010). Luego
una segunda entrada dedicada por completo a su trabajo en la dirección de la
revista El Peneca. Durante el tiempo transcurrido desde entonces, hemos
logrado recabar nuevos antecedentes, que nos permitirán aclarar algo más su
trabajo en nuestro país.
Habíamos mencionado
que su primer trabajo conocido fue en la revista El Cabrito, durante el
primer semestre de 1947, en que había publicado su obra El libro de las Selvas Virgenes,
una adaptación de la novela clásica del escritor Inglés Rudyard Kipling.
En otra entrada
analizamos parte de la historia de la revista infantil El
Cabrito, que bajo la dirección de Henriette Morvan, se enfocara en
sumar trabajos realizados especialmente por chilenos, en vez de simplemente
usar trabajos ya publicados en el extranjero.
Pues bien al revisar
unos ejemplares que no conocíamos de El Cabrito hemos llegado al
convencimiento pleno que De La Fuente comenzó mucho antes su trabajo en esta
revista, y, por otro lado, que la serie de autoría de De La Fuente Pony
Durango, no fue publicada en Chile como se menciona en su biografía.
En el ejemplar número
270 de El Cabrito, del 1 de Enero de 1947, comenzó a publicarse una
historieta del oeste titulada “El Forastero”, misma que duró tanto
solo 8 números. En el primer capítulo –y
solo en el ese ejemplar- es en donde aparece una firma de su autor: V. Fuente. Claramente es este un trabajo del oeste, y es
probable que al mismo Victor lo confundiera con el muy posterior Pony Durango que se menciona salió en
las páginas de El Peneca de 1957. Yo
revisé todos los ejemplares de esa revista de los años 1956 y 1957, sin ninguna
seña de Pony Durango. También en forma menos exhaustiva ejemplares de la misma
revista hasta su último ejemplar en 1962.
Es probable que esté confundiendo su trabajo como director el año 1957,
bajo el tímidamente renovado título de El Intrépido Peneca, con la
publicación de la serie.
Ahora, si bien es este
un trabajo indudablemente de De La Fuente, tenemos sospechas que hay otros
trabajos del mismo dibujante en esta revista.
Es así que revisando una serie continua de ejemplares de El
Cabrito encontramos cuatro series consecutivas, dos de ellas del tipo
western, comenzando en Octubre de 1946 y terminando en Noviembre de 1947. Una de ellas ya la conocíamos por estar muy
claramente atribuida a Victor de la Fuente.
De las restantes tres, una indica en un sitio que es de Victor, y las
otras dos no presentan autoría reconocible.
En general tienen un formato y modelo semejante.
Revisemos
1) Desde el ejemplar 258 (del 2 de Octubre de 1946) hasta el
ejemplar 270 la serie “Las Minas de Diamante” con dos páginas por número.
Las Minas
de Diamantes narra las aventuras de un Conde español, empedernido
soltero, quién se aventura en un viaje a Centroamérica en donde toma contacto
con la princesa Xochitl, y su reino del terror, que mantiene esclavizado a su
pueblo. El Conde descubre que en
realidad es el Sumo Sacerdote el responsable de todo este mal, libera a la
princesa, se marcha con ella a España y termina casándose con ella.
2) Desde el ejemplar 271 del 1 de Enero de 1947 y hasta el 277
la corta serie El Forastero con dos páginas por número. En el primer cuadro de la primera página del
ejemplar 271 vemos que es de V. FUENTE.
El Forastero es una obra
en el oeste, algo ingenua, sobre un joven que llega a un pueblo algo perdido
donde toma contacto con una banda que aterroriza a sus habitantes y termina
vengando a las víctimas, y saliendo de allí con una chica del brazo.
3) Desde el ejemplar 278 del 19 de Febrero de 1947 y hasta el
285 la serie “Tom, El Valeroso” una especie de western humorístico, también dos
páginas por numero en todos excepto el último número 285 con tan solo una
página (la última de hecho).
Tom, El
Valeroso es un western con nativos indios entre los personajes
importantes, y nuevamente nuestro protagonista se marcha en el cuadro final del
brazo de la chica, en un final ya algo recurrente.
4) Y desde el ejemplar 285 hasta el húmero 315 del 5 de Noviembre
de 1947 la ya conocida y mencionada serie “El Libro de las Selvas Vírgenes”,
una página por número.
Pensamos que todas
estas series pueden ser de autoría de Victor, primero por la clara continuidad
temporal, sinónimo también de un ingreso que -de seguro- estaba necesitando el
recién llegado de la Fuente. En total
son 13 meses y un par de semanas de continua labor. Lo segundo porque de estas
cuatro, dos están indicadas como trabajos de Victor.
De las restantes dos
también tendemos a creer que pueden ser de Victor de la Fuente. “Las
Minas de Diamantes”, porque pueden verse claros indicios en ella del
uso de ciertos giros idiomáticos que son más propios del uso en España que en
Chile (y recordemos que Victor había llegado hace muy poco al país), también por
el hecho que el protagonista sea un conde Español en tierras centroamericanas y
con parafernalia más bien propia del viejo continente, como por ejemplo puentes
levadizos operados con cadenas. Y
finalmente la cuarta historia “Tom, El Valeroso” simplemente por
servir de puente y continuidad a la totalidad de los cuatro trabajos.
Exhibimos páginas de
estos trabajos para muestra y juicio de los lectores, sin olvidar que todos
ellos serían de un muy joven Victor, y por otro lado dejo abierta la discusión
en torno a estos trabajos y su supuesto autor.
Finalmente un último
antecedente que hemos podido localizar es su participación en un libro, con
trabajos de ilustración interior, para la misma editorial de El
Cabrito, osea Zig-Zag. El libro
es un trabajo de divulgación científica para jóvenes titulado “El
Mundo Maravilloso de Pepe” de F. Ritsert y que fue publicado en 1949. Este texto tiene portada del chileno Coré, y
todas las viñetas e ilustraciones interiores son de la Fuente. Nuevamente podemos comprobar dos cosas: que a
Coré no se le daba bien el tema de trabajos no fantásticos en el sentido
tradicional, porque la portada es frustrante, y yo jamás diría que es de él
sino es porque la ha firmado. Y lo
segundo que Victor estaba comenzando aún su desarrollo como artista, porque las
ilustraciones son bastante simples.
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