Anteriormente hicimos una entrada dedicada a comentar algo
sobre las partituras musicales y su relación con la ilustración a través de las
cubiertas dibujadas que servían como atractivo enganche de ventas. Hoy
exploraremos un caso especifico en Chile de un dibujante que firma como ATO y
una gran número de partituras editadas por la Casa Amarilla entre los años 1920
y 1940. Todo esto es posible gracias a
la disponibilización de casi 800 partituras digitalizadas que la Universidad
Católica de Valparaíso a través del Fondo de Investigación y Documentación de
Música Tradicional Chilena ha realizado, permitiendo a los que se interese
acceder a esa inmensa colección patrimonial.
En el fondo patrimonial expuesto hay partituras de variados
locales, pero especialmente de la Casa Amarilla. Este local nació a comienzos de los años 1920
en Santiago y muy pronto se posicionó como líder en la publicación de
partituras musicales a gusto del público con ritmos musicales a la moda. En
algunas de sus partituras ellos muestran una foto del local y la imprenta, y
puede apreciarse la gran cantidad de obras expuestas.
Hay un artículo sobe la historia musical chilena que señala
que la Casa Amarilla, que muy pronto puso una sucursal en Valparaíso, publicó
del orden 4.500 partituras, mientras que en su publicidad señalan orgullosos
publicar al menos dos novedades por semana. Parecen números grandes, y personalmente creo
que es una exageración. El fondo patrimonial de la UCV posee 771 partituras
casi todas de la Casa Amarilla o de su sucesora en Valparaíso la Casa Wagner,
mientras la Biblioteca Nacional en Santiago
dispone de cerca de 850 en el Archivo Musical que se identifican como
Editorial Casa Amarilla. Así las cosas
creemos que se puede hablar de una cifra total del orden de la mitad señalada,
osea cercana a las 2.000.
El artista que aparece firmando un gran número de cubiertas
es ATO, y cuyos trabajos al parecer se concentran en dos períodos (al parecer,
porque las partituras no usaban llevar una fecha de edición). El primero con
dibujos más elaborados y más color bajo el sello de Casa Amarilla, desde los
comienzos y hasta aproximadamente 1928 o algo así. Luego hay un segundo grupo de trabajos
publicados bajo el sello de Casa Wagner, Valparaíso a comienzos de la década de
los 30. Cabe destacar que el cine sonoro comenzó a funcionar en Chile en 1929,
momento en que puede observarse una fuerte demanda por partituras relacionadas
a películas, y en donde en la cubierta de la misma suele usarse la foto de algún
actor o actriz.
La segunda etapa de sus ilustraciones son consistente con el único grupo de trabajos que no
corresponden a partituras de ATO que conocemos.
Estas son una serie de ocho portadas para una “Colección Planeta Marte”
con la serie de ocho novelas de Edgar Rice Burroughs sobre el personaje John
Carter, bajo una editorial que al parecer no publicó ningún otro texto.
Según información recibida de una de las investigadores del
fondo UCV, ATO correspondería al seudónimo de la esposa del gerente del local
de la Casa Amarilla en Valparaíso, sin haber podido obtener más referencias ni
nombre.
Al revisar la inmensa cantidad de obras dibujadas por ATO
puede apreciarse una gran versatilidad de estilos, adaptación a las limitaciones de imprenta y
colores e interpretación del gusto de los compradores. Y también puede apreciarse su gran capacidad
de trabajo, dado que probablemente y por muchos meses debe haber creado una o
dos ilustraciones por semana, todas consistentes con el tema cuya partitura se
incluía.
Parte importante del patrimonio ilustrativo chileno que
queremos destacar hoy.
3 comentarios:
Estimado Moisés, ando buscando la fecha de edición de un par de partituras de mi abuelo Enrique Soro. Ambas publicadas editadas por Casa Amarilla alrededor de 1945 y 1946.
Tienes alguna referencia de la estética de estas partituras (Art Decó?)
recibe un saludo cordial
Roberto Doniez Soro
Fundación Enrique Soro
Hola
Hola Roberto: No tengo referencias a las partituras que andas buscando, pero estaré atento a ellas.
Hola, hola.
Moisés
Publicar un comentario