domingo, 24 de agosto de 2014

Revista Soledad de Zig-Zag

Dentro de la gran gama de revistas de comics que la editorial Zig-Zag publicó en los años 60, hay un par dedicada a temas muy específicos.  Una es aquella que se enfoca en las carreras de vehículos motorizados, titulada Ruta 44.  Y otra es aquella dedicada a las lectoras femeninas, con temas dedicados únicamente al amor y que titulo –curiosamente- como Soledad.

La verdad es que como subgenéro, las revistas y  comic-book dedicados a temas del amor ya existirán en otros países, y en Chile fue muy conocida la revista publicada por la editorial mexicana Novaro titulada Sussy.  Pero hoy queremos dar un vistazo a Soledad que comienza a ser editada en 1967 y alcanzara a editar unos treinta ejemplares.


Partamos diciendo que –en honor a la verdad- las portadas estaban muy bien hechas.  Se nota aquí la mano de un artista ya entrenado y conocedor de su arte.  Destaca la firma de R. CORTIELLA, que corresponde al español Rafael Cortiella.  De él sabemos que tiene estudios académicos (comienza sus estudios artísticos en la Escuela de Artes y Oficios de la Lonja, en Barcelona, continuándolos con posterioridad en la Escuela Superior de Arte de Bruselas), y que luego comienza a trabajar como dibujante e ilustrador con diversas editoriales españolas y europeas.  Una de sus especialidades son, justamente, las portadas para diversas revistas en España dedicadas al género de literatura femenina.


Volviendo a Soledad, se puede ver al revisar sus ejemplares, que los comics son de origen extranjero, al parecer son españoles –al igual que las portadas-. Puede ser casualidad, pero las revistas que hemos examinado tienen por común denominado muchas historias transcurriendo en la ciudad de Londres.


En los primeros ejemplares vemos un concurso para incentivar a sus lectoras.  El envío de una historia que les haya ocurrido a ellas.  Si salía escogida, entonces sería llevada al comic y exhibida en la revista.  Así en el ejemplar 18 vemos uno de estos casos.  Se trata de “Así llegó el amor” cuya trama comienza en el balneario de Pucón.  Sin embargo el artista, al parecer desconocer que Pucón es un balneario lacustre y no de mar, se lo imagina con un faro, y gaviotas alrededor.  

miércoles, 6 de agosto de 2014

Ovnis sobre Santiago

La Fotonovela es un género de revista que se expandió por el país a contar del primer lustro de la década de los años 60.  Alcanzó una gran popularidad y muchos y conocidos actores pusieron sus foto-actuaciones en ellas.  Al igual que en el cómic, el diálogo se establecía en globos que salen de las bocas de los actores, y los demás aspectos, como interjecciones u onomatopeyas, están también presentes.

El género por excelencia en esas revistas eran las historias de amor, y también hay apariciones de trabajos policiales.  Lo que si resulta muy extraño encontrar, y yo creo que casi nunca además del caso que vamos a mostrar ahora, hay una historia de ciencia-ficción narrada allí.

Las revistas de fotonovelas sucumbieron rápidamente ante el empuje de las telenovelas que con la masificación de la televisión, se hicieron tremendamente populares en casi todo horario posible.

Corría el año 1973 y una editorial casi desconocida lanza una nueva serie de fotonovelas.  Los actores no son muy conocidos, al menos para mí unos perfectos desconocidos. En su ejemplar ocho, al parecer del año 1974, vemos publicada la historia “Un Amor de Otro Mundo” en el número ocho de Ternura.


Se relata la historia de una invasión de los habitantes del planeta Solnix a nuestra querida Tierra.  Claro que a diferencia de las muchas películas norteamericanas, esta vez los ET deciden comenzar en Santiago de Chile.

Antes de invadir piden a uno de ellos que de convierta en hombre e investigue. Es Kratox.  La investigación de Kratox es bastante profunda, especialmente con Viviana la santiaguina que cae rendida a los pies, o el equivalente en Solnix.

Finalmente los compañeros de Kratox inician de todas formas la invasión, culminando la fotonovela con un gran beso, sellando así el amor “terrenal y extra-terrenal” mientras los ovnis se dedican a atacar la Moneda y pasear por sobre la Iglesia de San Francisco.

Un sorprendente ejemplo de ciencia-ficción que a veces aparece donde menos se la puede esperar.