martes, 23 de diciembre de 2014

Alianza de Dibujantes ADICH - Apuntes de una Historia

Durante la década de los años 40 y 50 existió una organización que -de alguna manera- reunión a los dibujantes de Chile.  Su fundación se realizó en el 1 de Octubre de 1941 durante una visita que realizó Walt Disney y parte de su equipo por varios países de América Latina (detalles y objetivos de esta visita los dejamos para contarlos en otra 
ocasión, pero que si desean pueden buscar fácilmente en Internet).
   


.En la fecha indicada se escribió el acta de fundación el que fue firmado por un gran número de artistas, según puede verse en la versión escaneada que nos ofrece el sitio www.ergcomics.cl  Transcrita el acta señala:

Los dibujantes de la prensa de Santiago de Chile han acordado fundar una institución de acercamiento y unión de los profesionales del dibujo bajo el título de "Alianza de los Dibujantes de Chile" bajo los auspicios del dibujante norteamericano que nos visita señor Walt Disney en misión artística de acercamiento profesional.

En consecuencia el señor Disney, firma la presente acta dado por fundada bajo su Presidencia honoraria la "Alianza de los Dibujantes de Chile" en Santiago, a primero de Octubre de 1941.-

                Firma un gran número de artistas, comenzando por Walt Disney.  También se incluye un logo timbrando la hoja que posee membrete del periódico Las Ultimas Noticias.





De las actividades de "acercamiento y unión" propuestas no tenemos muchos detalles, aunque es seguro que las hubo. Al parecer René Rios, Pepo, la dirigió un tiempo según señala en una entrevista. De la que si tenemos más detalles es de una exposición que organizó esta agrupación -la Adich- el año 1952, bajo el nombre de Primer Salón Anual de Dibujantes y que estuvo en exhibición entre el  13 y el 20 de Octubre.   Según una nota que hemos visto en Internet, se habría hecho una exposición al año desde 1941, pero no tenemos constancia del hecho.


Hasta ahora no teníamos el detalle de las obras expuestas, pero gracias a que Nato guardo el tríptico con la lista de obras expuestas, la presentación y el nuevo logo, y que este fuera luego incluido en el libro que la hija de Nato y Jorge Montealegre lanzaron con la obra de este artista, "Nato, la sonrisa imborrable" es que podemos disponer de más datos.

Notas interesantes respecto a las obras expuestas:  el total de artistas es de  51, cada uno presentando desde 1 a 6 itemes, con un promedio aproximado de tres. Hay trabajos de dibujantes de historietas, ilustradores de portadas y creadores de avisos del mundo de la publicidad.

Un par de datos de interés son la presencia de Victor de la Fuente, lo que lo muestra muy integrado a los dibujantes nacionales, y la ausencia de Themos Lobos, tal vez por ser muy joven aún.



Respecto a la calidad artística de la exposición, y sin recorrer los diarios de la época, podemos mencionar lo que un crítico de arte señalo en su momento y que aparece reproducido en un libro con sus trabajos. Desde el Diario La Nación del día 17 de Octubre, en su página 4 dice allí:

En la Sala del Ministerio de Educación está abierta una exposición de la Asociación de Dibujantes de Chile (sic). Cuesta verla. Los trabajos expuestos son demasiado numerosos, demasiado heterogéneos, como para verlos bien sin el hilo de Ariadna de un catálogo. Muchas obras se muestran sin firma, otras sin ilegibles.  En todo caso, lo positivo es que se comprueba que no hay pocos dibujantes en Chile que trabajan en diarios, revistas y empresas de publicidad. Se ve también que les sobra habilidad  y que en no pocos casos les falta una mínima educación artística sistemática. ¿No hay cursos vespertinos en la Escuela de Bellas Artes? Talentos naturales, como los que aquí se descubren, ganarían enormemente si se sometieran a más severas disciplinas técnicas y artísticas. Decía que no es fácil descifrar las firmas de los exponentes. Por eso no estoy seguro de si es o no  justamente Ravassa el pseudónimo de un dibujante que revela indudables cualidades artísticas del más alto valor. Muchas virtudes pueden encontrarse también en otros pero ¿cómo discernirlas bien en este mare mágnum?

Sobre Jorge Ravassa incluimos una entrada en este Blog hace corto tiempo.  Ahora podemos sumar el título de los trabajos que expuso en el Salón: "Prisioneros civiles" (1939) y "Soldados prisioneros" (1938-39) son dos muestras de obras que Ravassa trajo desde España y que reflejan escenas de la Guerra Civil que llevaba ya varios años.  A estos dos sumó "Los locos jugadores" (1951) y "Dibujos a la estilográfica" (1947) ambos ya realizados una vez instalado en nuestro país.  Son estas cuatro obras las que llamaron tanto la atención al crítico Luis Oyarzún Peña.







sábado, 6 de diciembre de 2014

Impactantes portadas de Tufik Zabib en ¡Aquí Está!

La revista semanal de noticias y reportajes ¡Aquí está! fue lanzada a mediados del año 1963 por Agustín Oyarzún Lemonnier, quién fue Carabinero y estudió periodismo en la Universidad de Chile, alcanzando a dirigir la Revista de la institución.  Al retirarse funda un par de revistas, y posteriormente adquiere una imprenta. El estilo de esta revista en su primera época podríamos calificarlo de semanario sensacionalista, lo que quedaba resaltado por su gran tamaño, tabloide de 36 x 26,5 cm y una muy amplia cobertura al tema policial. Se publicó por poco más de diez años, y durante un tiempo tuvo portadas dibujadas por el artista Tufik Zabib.


Parte del equipo permanente de la revista lo conformaba Alfredo Gómez Morel, escritor que de muy joven fue parte de un grupo de delincuentes lo que lo llevó a estar detenido en prisión muchos años.  En ese período se cultivó y escribió una novela, "El Río" que fuera un éxito comercial e incluso con ediciones en el extranjero, en donde relataba su vida con la camarilla en las riberas del río Mapocho de Santiago.

Posteriormente, la revista Aquí Está se decantó hacia una serie de reportajes dedicando la publicación a un solo tema en cada aparición. Se mostraron de todos los temas de moda, incluyendo por ciert el de la ufología, los extraterrestres, la crisis de la juventud, junto a trabajos más históricos como números dedicados a las guerras mundiales, o los trasplantes. En este mismo tiempo incorporó para las portadas trabajos en acuarela de Zabib. Para ilustrar esta nota, hemos escogido las portadas de Zabib que más tienen relación con la ciencia-ficción, incluyendo la versión original de una página que reproducimos en blanco y negro en una entrada anterior titulada "Ovnis sobre Santiago", la que habíamos encontramos en las páginas interiores de una fotonovela en donde -además- le fue borrada la firma autoral.


Estas obras son de un impresionante trabajo expresivo, reflejando el temor de parte de la población ante lo desconocido y aterrador.  Probablemente pudieran haber formado parte de las obras expuestas en "Galería Nocturna" (Rod Serling's Night Gallery), aquella extraordinaria serie televisiva creada por Rod Serling en donde un cuadro daba inicio a una historia que podía ser de fantasía, terror o ciencia-ficción.  Dado el tamaño de la revista, los trabajos de Zabib tienen que haber sido cuadros de muy buen tamaño.  Ya me gustaría disponer de alguno de ellos en las paredes de mi escritorio.


Sobre el artista, no es mucho más lo que hemos podido averiguar. En una entrevista reciente el dibujante Sergio López (misma que fue publicada en un pequeño libro por la comuna natal del autor   Quilpué, y que nos regalará personalmente el dibujante) se señala que Zabib trabajó junto con él en los la publicación Residencial La Pichanga.  Revisando la mencionada revista no aparece su nombre, pero la verdad es que allí la gran mayoría de los dibujantes posee seudónimos que no usaron en ninguna otra parte, por lo que lo indicado por López es muy factible.

Creemos que también Zabib se dedicó al trabajo ilustrativo en Agencias de Publicidad, dado que lo encontramos el año 1975 registrando la marca ALTAIR Publicidad Ltda, junto con H. Heise y Cia Ltda, lo que corresponde a una Agencia.

 


Respecto a la  numeración de la revista, es seguro que tuvo al menos dos periodos, dado que ejemplares con números menores (como el 23) aparecen con un precio superior a  otros con números altos (como el 247).  También habría tenido números especiales en su primera época. Lamentablemente en el interior de ningún ejemplar se indica información respecto a la fecha de publicación, y solo nos queda adivinar por el precio de los ejemplares la temporalidad de los mismos.