La
revista Okey fue la primera revista dedicada 100% a la historieta en
Chile. La editaba Zig-Zag y desde su primero número en Julio/1949 hasta su final más
de una década después en el año 1965, y con sobre 800 ejemplares, siempre tuvo
presente obras de Ciencia-Ficción en sus páginas.
Las
obras se publicaban seriadas, en blanco y negro, y en algunas páginas se
agregaba el color rojo al igual que en la portada, e incluían en su gran
mayoría obras de origen foráneo. La
verdad es que la presencia chilena fue muy escaza, sino es que casi nula (con
la excepción permanente de una página con un chiste de Condorito).
Las
obras eran de múltiples fuentes. De EEUU
en sus tiras diarias Flash Gordon y Brick Bradford, por
ejemplo. De Inglaterra y Francia con
certeza. De Argentina y muchos otros
países. Lamentablemente no fue muy
prolijo con los detalles, y casi en toda su vida nunca publicó los nombres de
los autores, y cambió o castellanizo el nombre de los personajes, transformando
así la identificación de las mismas hoy día en todo un puzzle.
Como
su trayectoria fue tan larga, estudiaremos la publicación en conjuntos más
pequeños. Revisemos hoy día la
Ciencia-Ficción que se pudo ver en sus primeros cincuenta ejemplares.
Las
dos primeras obras que conocemos son: Radarius (de autor belga) y
un trabajo del chileno Oscar Camino. Radarius
fue un trabajo de Loys Pétillot, quien tuvo la
colaboración del escritor francés Maurice
Limat, y fue publicada en la revista Bob et
Bobette. Solo tuvo dos series entre 1946 y 1947, y
la que conocemos corresponde a la segunda Radarius Face aux Martiens
(Radrarius contra los marcianos, en Bob
et Bobette No. 56, 1947). En esta
ocasión el nombre del protagonista no sufrió cambios y la ilustración de la
portada original fue usada también por Okey en su ejemplar número 20 del
31-Dic-1949 como se puede apreciar.
Otra obra de ciencia-ficción temprana
corresponde a las novelas gráficas de Oscar Camino. Dos
series consecutivas con los mismos personajes.
Así y siendo aún el año 1949, en el número 14, se comienza a editar El
Navío Atómico, la que finaliza en el ejemplar número 28 para, los
que luego de dos semanas, ya en el número 31, dar paso a una nueva serie El Misterioso Invasor.
La primera historia nos muestra el viaje de un grupo de
terrestres por el Sistema Solar, con el protagonista un ingeniero llamado
Gastón Dupre y su novia Gloria Mitchell quienes se movilizan en el espacio
usando un “navío atómico” en compañía de un equipo de personas. Visitan la
Luna, donde descubren los cuerpos de unos viajeros del siglo XIX . . . Siguen a Marte, donde se reúnen con los
habitantes de este planeta y su líder “el Gran Marciano”. Toda esta historia es una versión
primigenia de lo que será su gran
trabajo “Hacia Otros Mundos” y que publicará años después en El
Peneca.
En este trabajo de Camino se debe hablar más de una novela gráfica o de novela con
ilustraciones que de historieta propiamente tal. Esto porque lo que en primera instancia
parecen ser didascalias (o texto al
pie de la ilustración), resulta ser una narración continua, independiente de
las ilustraciones. Luego los cuadros
numerados, pasan solo a ser un apoyo a la narración, mientras la trama se va
desarrollando en los textos.
Sin embargo, de forma tímida (y en muy contados casos), usa
globos de texto en algunos cuadros para reafirmar la historia. Ya podemos ver en algunos de estas láminas la
influencia de los trabajos de Alex Raymond (autor de Flash Gordon) que se hará más patente en sus trabajos
posteriores. .
También conocemos otro trabajo, a contar del número 43: El
hombre de acero. Esta historia sobre un grupo de gigantescos robots
que atacan y destruyen Londres. Posee
unas preciosas ilustraciones de aviones, y se puede observar una gran
experiencia en historietas bélicas de sus autores.
Y para concluir un trabajo de un agente secreto, que se
acerca mucho a los clásicos temas de la CF. Es “X-21 contra las Ondas
Infernales”. Este trabajo tiene toda la apariencia de también ser
de origen franco-belga, pero no hemos podido aún encontrar su fuente exacta. Un
científico desde el desierto del Gobi ataca con “Ondas Infernales” a Francia y
restantes países de Europa, siendo misión del agente X-21 junto a un grupo de
valientes (Dumbral, Juan Prim entre ellos) ir a destruir este centro en pleno
desierto del Gobi.
1 comentario:
Admiro la dedicación de gente como tú a estos temas.
Por mi parte busco los Okey dedicados al Far West.
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