domingo, 10 de marzo de 2013

Cabrochico, una revista mítica


Sobre la revista Cabrochico ya entregamos una visión sobre la ciencia-ficción publicada allí, y que pueden leer en el sitio www.ergocomics.cl.  Entreguemos aquí  nuevos antecedentes aquí.

Recordemos que la revista Cabrochico fue una publicación creada en el gobierno de Allende, bajo el alero de la editorial estatal Quimantú, enfocada en los más pequeños. Prácticamente todas sus  paginas estaban dedicadas a la historieta, todas ellas de producción local y realizadas en forma exclusiva.  Como la mayor parte de la obra publicada en ese entonces, es hoy parte de un debate respecto a la capacidad didáctica de las obras, declarada desacreditación de los comics extranjeros especialmente norteamericanos (Dorfman), y muy transparentes mensajes culturales en las moralejas de las obras.
   
 

Con respecto a los temas que son del ámbito de interés de este BLOG destaquemos el alto interés que se demostró en sus páginas a la ciencia-ficción, y a la fantasía con afán didáctico. Mencionamos que el dibujante Lincoln Fuentes fue el dibujante de una serie realista de ciencia-ficción: la nave Caleuche. A pesar de estar enfocada en niños, y ser sus personajes principales dos menores de distintas razas, es una buena expresión del trabajo de Lincoln en el ámbito de la Ciencia-Ficción.

Dentro de los varios personajes que se desarrollaron en la revista, de los más recordados podemos citar a “Mañungo”, un niño campesino que cuida animales en el campo, y tiene diversas aventuras con sus amigos y su mascota, un cóndor, “Martin y Kano” de ciencia-ficción algo mas infantil que la ya referida Caleuche, fue dibujada por Jaild Daccaret.  Pero también hay aciertos en el ámbito fantástico.  Uno de los que más me ha gustado es el trabajo de Ariel (seudónimo de Carlos Cabrera) en su larga historia “Panchito en la tierra de la Fantasía”. Aquí encontramos hadas con minifalda y botas, interacción entre el dibujante y los personajes, y un sorprendente uso de recursos  elementos gráficos y oníricos pocas veces visto hasta ese entonces en los artistas chilenos en historietas, solo los conocíamos en el dibujo publicitario.

   

Hay además una serie de obras autoconclusivas en diversos números que abundan en temas fantásticos. “Año 2.200 con dibujos de Guidu y guion de Schkolnick; o “El Tesoro de Cadmio” en el edición 24 sobre unos extraterrestres en la antigua Grecia y el comienzo de la civilización con dibujo de Ariel  y guion de Sonia.  Otro buen trabajo fantástico son las representaciones de los mitos de la Isla de Chiloé, con dibujos de Pepe Orellana y guiones de Cifuentes-Niño.

En el ámbito de las portadas debemos destacar los trabajos de Guidu, y en la primera veintena de ejemplares, trabajos geniales del argentino Oski, que en ese entonces vivía en Chile.

La revista tuvo una historia algo agitada, como mucho que pasó en el  periodo de 1971-1973.  Tuvo en sus comienzos un éxito fulminante, y paso de quincenal a mensual, para comenzar a decaer luego, para  finalmente terminar la publicación en Diciembre de 1972 luego de 70 ediciones.



En el año 1973 la editorial Publisa vio la posibilidad de sacar una revista especial para niños, aprovechando la presencia de los excelentes dibujantes que habían quedado sin trabajo, y editó dos números de una revista que repite un nombre famoso en la historietística argentina: Pif-Paf. 

Hay trabajos de Nestor, Ariel y Rolando todos con historietas únicamente.  Uno de los personajes que más nos competen es Cosmito, un niño que se convierte en superhéroe (con lo que hoy no dudaríamos en calificar como un ligero sobrepeso, hay que decirlo). Suponemos que las ventas no acompañaron el intento que quedó en estos dos números.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

especialmente refrescante y con material que podría ser un aporte en este momento algo inestable en Educación y otras "yerbas"

Anónimo dijo...

Gracias por compartir esta información sobre la revista Cabrochico... me emocioné al encontrarla... Soy argentina y viví entre el año 1970 y 1973 en Santiago, hasta antes del golpe militar. Con mi hermano esperábamos la llegada de la revista a casa... éramos tan chicos que aún no sabíamos leer, pero jamás olvidaré las tardes de siesta del fin de semana cuando mi mamá nos metía en su cama y nos leía las historietas.

Lindos recuerdos para el alma. Gracias!!

Moises Hasson dijo...

Que bueno que te traiga esos hermosos recuerdos.

Moises

Unknown dijo...

Yo aprendí a leer tempranamente y esta revista no la conocían mis amigos y yo estaba segura de haberla leído y me gustaba mucho, ahora tengo la convicción de que no me la imaginé, quisiera agradecer a quienes contribuyeron a su realización, pues para mí fue un gran aporte en mi desarrolo y visión de la vida... Me alegro que la Editorial Quimantú vuelva a existir, de ella leí tantos libros interesantes. Ahora viviendo mas de la mitad de mi vida en el extranjero, sólo me queda desearles mucho éxito en la amplitud de llegada de sus libros y nuevamente depositar mis agradecimientos... Yayi. Gracias

profesor vejar dijo...

Genial, hace falta esto en estos momentos

Hernán Zambrano Estay dijo...

Recuerdo cuando siendo un niñito, mi papá llegaba con la "Cabrochico Revista Infantil". Vivía en Maullín, Provincia de Llanquihue y gozaba leyéndola.