Dentro del esfuerzo para rescatar los
trabajos de dibujantes, ilustradores y artistas en general, hoy daremos un
primer vistazo a las colecciones de novelas ilustradas dirigidas al público
juvenil. En anteriores entradas hemos
señalado algunas muestras, en especial cuando compramos el trabajo de
artistas. Ahora haremos un recorrido
cronológico, con seguridad incompleto, al tema.
Este tipo de publicaciones tenían en
general dos características: no debían ser textos muy largos, y por eso abundan
los resúmenes y adaptaciones, y por otro lado debían contener dibujos que pudieran capturar la imaginación
de los más jóvenes, ayudandoles a ponerse en la historia y los personajes.
La primera colección de la que tenemos
noticias es la llamada “Biblioteca Fantástica”
sello
editorial Universo, y editado en Valparaíso y que publicó la Imprenta y Litografía Universo de
Valparaíso entre los años 1935
al 1939, También
esta editorial publicó una revista
infantil unos años antes, la revista Mamita entre el año 1931 y 1933, aún
cuando más parecía una selección de cuentos ilustrados a color.
La responsable de la colección fue Blanca
Santa Cruz Ossa, hermana de Roxane, la legendaria directora de El
Peneca, y al igual que esta última tuvo una especial predilección por
los niños. Estuvo a cargo de esta
colección, Biblioteca Fantástica, donde publicó variadas antologías y
recolecciones. Al menos sabemos de unos
20 títulos, incluyendo un trabajo de Rudyard Kipling relativamente poco
conocido (Just So Stories) y en donde se mantuvieron las ilustraciones
originales del artista británico, lo que es de agradecer.
La lista de título incluyes fábulas y
cuentos de distintos países: Cuentos Rusos; Cuentos maravillosos del Japon; Poemas
de Longfellow; Cuentos chilenos; Leyendas del Rin; Cuentos chinos;
Cuentos mitológicos griegos; Cuentos españoles; Leyendas de la Selva (Just So Stories); Las hadas en Francia;
Cuentos Ingleses; Leyendas moriscas; Fabulas escogidas; Leyendas y cuentos bretones;
Cuentos húngaros; Leyendas de caballería; Cuentos Rumanos; Cuentos italianos;
Cuentos africanos; y Leyendas y cuentos araucanos. Entre los artistas a cargo de las
ilustraciones podemos mencionar a Atria, Viscarra, Rabello, Luciano Valencia, y
de Rudyard Kipling en el libro de su autoría.
El año 1942 y 1943 la Editorial Zig-Zag lanza su primera colección
infantil, titulada “Biblioteca Infantil”.
A cargo de la escritora Alicia Moral, solo conocemos dos títulos. En tapas duras, y al parecer son sobrecubierta,
sabemos de la publicación del texto ya clásico de Esther Cosani “Las desventuras de Andrajo” (al parecer
la primera edición), y los “Cuentos de
Nano” Berta Lastarria Cavero. El primer
trabajo tiene ilustraciones interiores de la misma Esther Cosani, mientras que
el segundo trabajo muestra trabajos de Rabello.
El mismo año, 1943, Zig-Zag intenta
una nueva colección amparándose en el éxito de la revista: Biblioteca El
Peneca. La única obra, y la introducción
a la misma, señalan que “responde a la clamorosa solicitud de millares de niños
latinoamericanos que desean releer las interesantes seriales publicadas en la
revista El Peneca”. El titulo publicado se titula Takinga, de Raviel con adaptaciones y
traducción de Roxane. En realidad Raviel
no es nada más que Elvira Santa Cruz, la misma Roxane (siendo el Raviel una reescritura
de su nombre Elvira). Las ilustraciones
son –naturalmente- de Core.
Algo más tarde, en 1945, el escritor Hernán del Solar se
lanza con una muy especial colección, y para ello además crea su propio sello
editorial. Nos referimos a la colección de literatura de la Editorial
Rapa Nui.
En los textos podemos hallar una
interesante cantidad de trabajos por dibujantes que ya resultan habituales,
junto a otros casi desconocidos en este ámbito. Los libros eran en tapas duras,
con portada a color, y una agradable, e innovadora presentación para ese
entonces.
Salvo honrosas excepciones, los algo
más de 60 títulos de la colección publicados hasta 1951, son resultado del trabajo de escritor de del Solar, usando
una inmensa, y a ratos casi risible, cantidad de seudónimos. Entre los títulos de otros autores menciones
a “Papelucho” de Marcela Paz, “Wai-Ki”
de Isidora Aguirre, “Cocorí” de Joaquín Gutierrez.
Los autores de las portadas e
ilustraciones fueron: Christie, Hedi Krasa, Elena Poirier, Anibal Alvial, y
varios otros que aún no reconocemos.
Al año siguiente, nuevamente Zig-Zag
se aferra a El Peneca para intentar una nueva colección de literatura para
niños. Es la Colección Ulises, que con
tamaño de bolsillo y apoyo exclusivamente en los trabajos de ilustración de
Coré, publicó unos 16 títulos. Los libros
poseen fecha de edición 1946 y 1947.
Las historias se complementaron con
ilustraciones. Dos a color, al comienzo
y término del libro, y en blanco y negro en su interior. Y nuevamente hay una
obra de “Raviel, osea de Elivira Santa Cruz que probablemente era la encargada
de la publicación. Todas las obras que conocemos poseen ilustraciones
exclusivamente de Core, lo cual además nos lleva a sospechar que es posible que
varias, sino todas ellas, puedan haber salido antes publicadas en forma de
folletín en la revista ya indicada.
Títulos interesantes son trabajos de
Lautaro Yankas (El cazador de Pumas),
Francisco Coloane (Los conquistadores de
la Antártida), y Camilo Riccio (Bajo
la cruz de alerce: biografía novelada de un colono de Valdivia).
Llegada la nueva década, Zig-Zag se
lanza con una nueva colección infantil en tamaño más grande, portadas de tapas
duras, y un color distintivo para
diferencias las obras juveniles (tapas de color amarillo) de las infantiles (tapas de color azul). En lo formal, este
formato es casi idéntico al que en Argentina hiciera famosa la editorial Robin Hood (y cuyos títulos de
ciencia-ficción revisamos en una entrada de este Blog).
En la colección juvenil, o amarilla,
se publicaron al menos unos 60 títulos, mientras que en la azul creemos
que son unos 10 entre los años 1950 y
1960, y en donde varios de estos títulos
tuvieron varias re-ediciones.
Y en esta colección, la herencia de
Coré empieza a desvanecerse, y surge todo el semillero de nuevos artistas. Hay
trabajos de ilustración de Mario Igor, Sergio Garcia Moreno, Paolo de Girolamo
(hermano de Vitorio), junto a la ya consagrada Elena Poirer, y en muy escasos
casos, algún trabajo de Coré (por ejemplo para el texto “Corazón” de Edmundo de
Amicis).
También
es de destacar la incorporación de títulos clásicos de la literatura con
trabajos de Jack London, Hernan Melville, Emilio Salgari, Mark Twain, Lewis
Carrol, etc en conjunto con muy buenas obras de autores nacionales Lautaro
Yankas, Coloane, Magdalena Petit, Fernando Alegría, etc.
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