jueves, 6 de junio de 2013

Colecciones Infantiles Ilustradas hasta 1960 en Chile

Dentro del esfuerzo para rescatar los trabajos de dibujantes, ilustradores y artistas en general, hoy daremos un primer vistazo a las colecciones de novelas ilustradas dirigidas al público juvenil.  En anteriores entradas hemos señalado algunas muestras, en especial cuando compramos el trabajo de artistas.  Ahora haremos un recorrido cronológico, con seguridad incompleto, al tema.

Este tipo de publicaciones tenían en general dos características: no debían ser textos muy largos, y por eso abundan los resúmenes y adaptaciones, y por otro lado debían contener  dibujos que pudieran capturar la imaginación de los más jóvenes, ayudandoles a ponerse en la historia y los personajes.

La primera colección de la que tenemos noticias es la llamada “Biblioteca Fantásticasello editorial Universo, y editado en Valparaíso y que publicó la Imprenta y Litografía Universo de Valparaíso entre los años 1935 al 1939, También esta editorial publicó una  revista infantil unos años antes, la revista Mamita entre el año 1931 y 1933, aún cuando más parecía una selección de cuentos ilustrados a color.
   


La responsable de la colección fue Blanca Santa Cruz Ossa, hermana de Roxane, la legendaria directora de El Peneca, y al igual que esta última tuvo una especial predilección por los niños.  Estuvo a cargo de esta colección, Biblioteca Fantástica, donde publicó variadas antologías y recolecciones.  Al menos sabemos de unos 20 títulos, incluyendo un trabajo de Rudyard Kipling relativamente poco conocido (Just So Stories) y en donde se mantuvieron las ilustraciones originales del artista británico, lo que es de agradecer.

    

La lista de título incluyes fábulas y cuentos de distintos países:  Cuentos Rusos; Cuentos maravillosos del Japon; Poemas de Longfellow; Cuentos chilenos; Leyendas del Rin; Cuentos chinos; Cuentos mitológicos griegos; Cuentos españoles; Leyendas de la Selva (Just So Stories); Las hadas en Francia; Cuentos Ingleses; Leyendas moriscas; Fabulas escogidas; Leyendas y cuentos bretones; Cuentos húngaros; Leyendas de caballería; Cuentos Rumanos; Cuentos italianos; Cuentos africanos; y Leyendas y cuentos araucanos.  Entre los artistas a cargo de las ilustraciones podemos mencionar a Atria, Viscarra, Rabello, Luciano Valencia, y de Rudyard Kipling en el libro de su autoría.

El año 1942 y 1943 la Editorial Zig-Zag lanza su primera colección infantil, titulada “Biblioteca Infantil”.  A cargo de la escritora Alicia Moral, solo conocemos dos títulos.   En tapas duras, y al parecer son sobrecubierta, sabemos de la publicación del texto ya clásico de Esther Cosani “Las desventuras de Andrajo” (al parecer la primera edición), y  los “Cuentos de Nano” Berta Lastarria Cavero.  El primer trabajo tiene ilustraciones interiores de la misma Esther Cosani, mientras que el segundo trabajo muestra trabajos de Rabello.


   

El mismo año, 1943, Zig-Zag intenta una nueva colección amparándose en el éxito de la revista: Biblioteca El Peneca.  La única obra, y la introducción a la misma, señalan que “responde a la clamorosa solicitud de millares de niños latinoamericanos que desean releer las interesantes seriales publicadas en la revista El Peneca”.  El titulo publicado se titula Takinga, de Raviel con adaptaciones y traducción de Roxane.  En realidad Raviel no es nada más que Elvira Santa Cruz, la misma Roxane (siendo el Raviel una reescritura de su nombre Elvira).  Las ilustraciones son –naturalmente- de Core.

Algo más tarde, en 1945, el escritor Hernán del Solar se lanza con una muy especial colección, y para ello además crea su propio sello editorial. Nos referimos a la colección de literatura de la Editorial Rapa Nui.


En los textos podemos hallar una interesante cantidad de trabajos por dibujantes que ya resultan habituales, junto a otros casi desconocidos en este ámbito. Los libros eran en tapas duras, con portada a color, y una agradable, e innovadora presentación para ese entonces.
Salvo honrosas excepciones, los algo más de 60 títulos de la colección publicados hasta 1951, son resultado del trabajo de escritor de del Solar, usando una inmensa, y a ratos casi risible, cantidad de seudónimos.  Entre los títulos de otros autores menciones a “Papelucho” de Marcela Paz,  “Wai-Ki” de Isidora Aguirre,  “Cocorí” de Joaquín Gutierrez.

Los autores de las portadas e ilustraciones fueron: Christie, Hedi Krasa, Elena Poirier, Anibal Alvial, y varios otros que aún no reconocemos.

Al año siguiente, nuevamente Zig-Zag se aferra a El Peneca para intentar una nueva colección de literatura para niños.  Es la Colección Ulises, que con tamaño de bolsillo y apoyo exclusivamente en los trabajos de ilustración de Coré, publicó unos 16 títulos.  Los libros poseen fecha de edición 1946 y 1947.


Las historias se complementaron con ilustraciones.  Dos a color, al comienzo y término del libro, y en blanco y negro en su interior. Y nuevamente hay una obra de “Raviel, osea de Elivira Santa Cruz que probablemente era la encargada de la publicación. Todas las obras que conocemos poseen ilustraciones exclusivamente de Core, lo cual además nos lleva a sospechar que es posible que varias, sino todas ellas, puedan haber salido antes publicadas en forma de folletín en la revista ya indicada.

Títulos interesantes son trabajos de Lautaro Yankas (El cazador de Pumas), Francisco Coloane (Los conquistadores de la Antártida), y Camilo Riccio (Bajo la cruz de alerce: biografía novelada de un colono de Valdivia).

Llegada la nueva década, Zig-Zag se lanza con una nueva colección infantil en tamaño más grande, portadas de tapas duras,  y un color distintivo para diferencias las obras juveniles (tapas de color amarillo) de las infantiles (tapas de color azul).  En lo formal, este formato es casi idéntico al que en Argentina hiciera famosa la editorial Robin Hood (y cuyos títulos de ciencia-ficción revisamos en una entrada de este Blog).

En la colección juvenil, o amarilla, se publicaron al menos unos 60 títulos, mientras que en la azul creemos que  son unos 10 entre los años 1950 y 1960, y en donde varios de estos  títulos tuvieron varias re-ediciones.

    

Y en esta colección, la herencia de Coré empieza a desvanecerse, y surge todo el semillero de nuevos artistas. Hay trabajos de ilustración de Mario Igor, Sergio Garcia Moreno, Paolo de Girolamo (hermano de Vitorio), junto a la ya consagrada Elena Poirer, y en muy escasos casos, algún trabajo de Coré (por ejemplo para el texto “Corazón” de Edmundo de Amicis).
También es de destacar la incorporación de títulos clásicos de la literatura con trabajos de Jack London, Hernan Melville, Emilio Salgari, Mark Twain, Lewis Carrol, etc en conjunto con muy buenas obras de autores nacionales Lautaro Yankas, Coloane, Magdalena Petit, Fernando Alegría, etc.





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