La Fotonovela es un género de revista que se expandió por el
país a contar del primer lustro de la década de los años 60. Alcanzó una gran popularidad y muchos y
conocidos actores pusieron sus foto-actuaciones en ellas. Al igual que en el cómic, el diálogo se
establecía en globos que salen de las bocas de los actores, y los demás aspectos,
como interjecciones u onomatopeyas, están también presentes.
El género por excelencia en esas revistas eran las historias
de amor, y también hay apariciones de trabajos policiales. Lo que si resulta muy extraño encontrar, y yo
creo que casi nunca además del caso que vamos a mostrar ahora, hay una historia
de ciencia-ficción narrada allí.
Las revistas de fotonovelas sucumbieron rápidamente ante el
empuje de las telenovelas que con la masificación de la televisión, se hicieron
tremendamente populares en casi todo horario posible.
Corría el año 1973 y una editorial casi desconocida lanza
una nueva serie de fotonovelas. Los
actores no son muy conocidos, al menos para mí unos perfectos desconocidos. En
su ejemplar ocho, al parecer del año 1974, vemos publicada la historia “Un
Amor de Otro Mundo” en el número ocho de Ternura.
Se relata la historia de una invasión de los habitantes del
planeta Solnix a nuestra querida Tierra. Claro que a diferencia de las muchas
películas norteamericanas, esta vez los ET deciden comenzar en Santiago de
Chile.
Antes de invadir piden a uno de ellos que de convierta en
hombre e investigue. Es Kratox. La investigación de Kratox es bastante
profunda, especialmente con Viviana la santiaguina que cae rendida a los pies,
o el equivalente en Solnix.
Finalmente los compañeros de Kratox inician de todas formas
la invasión, culminando la fotonovela con un gran beso, sellando así el amor “terrenal
y extra-terrenal” mientras los ovnis se dedican a atacar la Moneda y pasear por
sobre la Iglesia de San Francisco.
2 comentarios:
¡Qué tiempos!. Las fotonovelas, las mujeres las leían en todas partes, los hombres las leíamos disimuladamente...
Amigo Jenofonte: Aun cuando recuerdo perfectamente este tipo de revistas, mi memoria no alcanza a tanto detalle como la suya. Un abrazo.
Gracias por dejar una nota.
Moises
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