sábado, 25 de octubre de 2014

Tiro y Retiro: La Revista

En el año 1983 se produce un milagro.  Por vez primera en mucho tiempo una nueva revista de comics se comienza a publicar en Chile.  Bajo el curioso nombre de Tiro y Retiro (término usado para referirse a la parte interior de la portada y la contraportada de un libro o revista), un grupo de jóvenes artistas se lanza en una aventura casi impensada.  Habían pasado diez años desde el golpe militar, y términos como "apagón cultural", "fuga de cerebros", "fiestas de toque a toque" eran aún el pan de cada día, mientras la crisis económica y la censura mantenían ocultas toda forma de expresión.
La publicación de comics hechos por artistas nacionales habían cesado ya hace un buen par de años, y solo mostró un pequeño respiro (muy pequeño) con el suplemento de historietas que a contar del año 1980 y por empuje de Vittorio de Girolamo publicó el diario La Tercera durante unos meses.  Ni hablar de revistas.

Con una gran escasez de recursos, pero con una gran osadía, impulsan esta publicación titulada Tiro y Retiro que -con los ojos de hoy- más parece un fanzine.  Tanto es así, que al primer ejemplar le designan por número el 0 (usual característica de faneditor).  Uno de sus impulsores fue el entonces muy popular escritor Jorge Sasía, un éxito de ventas con libros que mostraban una vena crítica a la sociedad chilena, dentro de los límites de "lo posible" entonces, y en un tono humorístico que llamó la atención dentro de la aridez cultural existente en el país.

En un Blog del Dr. Vicious, parte del grupo que creó esta revista señala con las siguientes palabras el ambiente en donde esta revista sale a la luz: " El autor de estas líneas y otros tres o cuatro amigos participamos en esa revista, "Tiro y retiro". Paradójicamente, casi me atrevería a decir milagrosamente, cada vez que nos reuníamos a planificar el número siguiente irradiaba de nosotros un aura de entusiasmo insólito, que surgía al vaciarse tantas quimeras sobre la mesa de trabajo: la expresión libre, la búsqueda de la belleza como arma redentora, la fama que nos daría el sustento económico. En las veredas había más cesantes que colillas de cigarros; lo veíamos con nuestros propios ojos al subir a la pobre oficina de la calle Nataniel, que alguien nos prestaba de pura buena gente."

Su postura expresada en la editorial señala que desean juntar “el humor y la historieta” y por ello se incluyen algunos textos, en revistas cuyo inmenso contenido es material gráfico.  Pueden imaginar lo difícil que debió ser en ese momento.

Edición en blanco y negro, con papel de baja calidad, 36 páginas y una mezcla de comics de varios artistas y generos, donde predomina el humor, sarcástico y negro, pero humor al fin y al cabo. En sus dos primeros ejemplares el escritor Jorge Sasía es quien hace de director, pero ya en el tercer ejemplar es reemplazado por Sergio Mardones, parte del pequeño grupo que junto a Sasía se sumaron a este experimento en la parte gráfica: Sergio Mardones, Angel Arias, Orlando, Joel Espinosa, Malatesta, Papaette, Ricardo Fuentealba, Alejandro.

Aun cuando el interior es en papel de baja calidad, las portadas lo son couche siempre en blanco y negro. Los dos primeros (los números 0 y 1), son de tamaño pequeño, que sube con los dos finales.  Se podía encontrar en librerías "alternativas" (ósea que vendían material de poesía y otras revistas alternativas al régimen oficial imperante), y unas pocas librerías que traían material de comics extranjero en brillantes publicaciones a exorbitantes precios y en donde la mayoría (y me cuento en ese grupo) solo íbamos a mirar porque los precios eran imposibles.


Una gran revista que merece un recordatorio algo más permanente que el papel en que está impresa. Tal vez un volumen que muestre la labor de las historietas y revistas en esos tan riesgosos e inolvidables años.  Un interesante proyecto que aún espera a su autor.

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