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sábado, 9 de septiembre de 2017

Revistas Zig-Zag editadas fuera de Chile

Uno de los fenómenos asociados a la Edad de Oro de las publicaciones de historietas con producción de chilenos que se hizo en la editorial Zig-Zag, corresponde a las re-ediciones del mismo material que, en paralelo o algo después, se hacían en otros países de América Latina.  Hasta ahora no conozco ningún estudio ni reseña al respecto, y la verdad resulta del mayor interés.  Aprovechando que dispongo de algún material a mi alcance daré algunos primeros apuntes al respecto.

Hasta ahora hemos podido reconocer al menos tres editoriales distintas, y que creemos pertenecen todas a los mismos propietarios de Zig-Zag, participando de las publicaciones de revistas en el mismo formato comic-book que se hacían en Chile, al menos en todas las que hemos podido revisar personalmente. 
  

Respecto a los títulos de las publicaciones, tienden a ser semejantes, pero no idénticos y muchas veces usando el mismo logo, y por eso la transformación es mínima.   Jungla es ahora Mawa de la JunglaEl Intocable pasa a ser Mizomba El Intocable. Far West muta a Aventuras del  Far West.

Y además se crean otros títulos pero para semejante contenido, especialmente para las revistas del oeste en donde hemos localizada o a “Texas Rangers – Album de Aventuras  del Oeste”.  En una búsqueda por Internet puede hallarse también a “Mizomba – Album de Aventuras en la Selva”. Al parecer estos “Album” eran revistas con mayor contenido de páginas, por sobre las 32 usuales de los comic-book.


Por ejemplo el número 2 de Texas Ranger contiene seis historias: “El Jinete Fantasma”, “Dago”, “Ronnie Lea, el Muertero”, “Kansas Kid”, “Gringo” y “Lonely Rock” todas de personajes que podemos reconocer de revistas publicadas por Zig-Zag en Chile.
De las editoriales bajo cuyo sello se publican hemos encontrado  tres.  Una es Zig-Zag de Colombia. Otra, al parecer un replanteo de la anterior es Edicol (Ediciones de Colombia) pero no hemos podido ver personalmente este caso. Y la tercera, y lejos la más interesante, es World Editors.  Los títulos se mezclan y reparten entre ellas sin que podamos aún tener un orden ni concierto. Respecto a la última mencionada digamos que, luego de varias vueltas  en el tiempo y el espacio, hoy día existe en Chile una World Editors que representa todos los derechos del personaje Condorito, menos los de la revista que pertenecen a Televisa.  Hummm.




Tratando de localizar alguna fecha precisa de las publicaciones, se hace una tarea muy difícil, sino imposible.  No se incluye el dato de las revistas, solo se señala que nació una de ellas alrededor de 1968, en pleno auge de las publicaciones chilenas de Zig-Zag.  Disponiendo de un ejemplar de “Mizomba El Intocable” # 13 puedo comprobar que la portada corresponde a El Intocable # 41 de Chile, pero su contenido interior no es el mismo. Otro caso de Mawa muestra una portada firmada por Juan Francisco Jara que lleva el año, 1970.

Los autores de las obras no recibieron ninguna compensación económica de esta re-edición.

Conclusiones

Los dueños de Zig-Zag publicaron en varios países de Latinoamerica nuevas ediciones de revistas creadas en Chile, bajo varios sellos.

Probablemente fue un negocio  que se hizo casi en paralelo con la publicación en Chile y hasta algún tiempo después de terminados el desarrollo de las mismas revistas aquí en el país (osea Febrero de 1971).  Dada cierta publicidad que se presenta con la Editorial Rodas en ellas, podríamos extenderlo hasta mediados de los años 70.
 


Únicamente se usaron trabajos hechos por chilenos en las revistas Jungla, El Intocable, Far West, El Jinete Fantasma, Dr. Mortis.  No hay señales de reproducción de obras con derechos especiales como las del personaje 007 James Bond, o las con convenio con la Fleetway como U-2, SOS y Trinchera.

sábado, 25 de octubre de 2014

Tiro y Retiro: La Revista

En el año 1983 se produce un milagro.  Por vez primera en mucho tiempo una nueva revista de comics se comienza a publicar en Chile.  Bajo el curioso nombre de Tiro y Retiro (término usado para referirse a la parte interior de la portada y la contraportada de un libro o revista), un grupo de jóvenes artistas se lanza en una aventura casi impensada.  Habían pasado diez años desde el golpe militar, y términos como "apagón cultural", "fuga de cerebros", "fiestas de toque a toque" eran aún el pan de cada día, mientras la crisis económica y la censura mantenían ocultas toda forma de expresión.
La publicación de comics hechos por artistas nacionales habían cesado ya hace un buen par de años, y solo mostró un pequeño respiro (muy pequeño) con el suplemento de historietas que a contar del año 1980 y por empuje de Vittorio de Girolamo publicó el diario La Tercera durante unos meses.  Ni hablar de revistas.

Con una gran escasez de recursos, pero con una gran osadía, impulsan esta publicación titulada Tiro y Retiro que -con los ojos de hoy- más parece un fanzine.  Tanto es así, que al primer ejemplar le designan por número el 0 (usual característica de faneditor).  Uno de sus impulsores fue el entonces muy popular escritor Jorge Sasía, un éxito de ventas con libros que mostraban una vena crítica a la sociedad chilena, dentro de los límites de "lo posible" entonces, y en un tono humorístico que llamó la atención dentro de la aridez cultural existente en el país.

En un Blog del Dr. Vicious, parte del grupo que creó esta revista señala con las siguientes palabras el ambiente en donde esta revista sale a la luz: " El autor de estas líneas y otros tres o cuatro amigos participamos en esa revista, "Tiro y retiro". Paradójicamente, casi me atrevería a decir milagrosamente, cada vez que nos reuníamos a planificar el número siguiente irradiaba de nosotros un aura de entusiasmo insólito, que surgía al vaciarse tantas quimeras sobre la mesa de trabajo: la expresión libre, la búsqueda de la belleza como arma redentora, la fama que nos daría el sustento económico. En las veredas había más cesantes que colillas de cigarros; lo veíamos con nuestros propios ojos al subir a la pobre oficina de la calle Nataniel, que alguien nos prestaba de pura buena gente."

Su postura expresada en la editorial señala que desean juntar “el humor y la historieta” y por ello se incluyen algunos textos, en revistas cuyo inmenso contenido es material gráfico.  Pueden imaginar lo difícil que debió ser en ese momento.

Edición en blanco y negro, con papel de baja calidad, 36 páginas y una mezcla de comics de varios artistas y generos, donde predomina el humor, sarcástico y negro, pero humor al fin y al cabo. En sus dos primeros ejemplares el escritor Jorge Sasía es quien hace de director, pero ya en el tercer ejemplar es reemplazado por Sergio Mardones, parte del pequeño grupo que junto a Sasía se sumaron a este experimento en la parte gráfica: Sergio Mardones, Angel Arias, Orlando, Joel Espinosa, Malatesta, Papaette, Ricardo Fuentealba, Alejandro.

Aun cuando el interior es en papel de baja calidad, las portadas lo son couche siempre en blanco y negro. Los dos primeros (los números 0 y 1), son de tamaño pequeño, que sube con los dos finales.  Se podía encontrar en librerías "alternativas" (ósea que vendían material de poesía y otras revistas alternativas al régimen oficial imperante), y unas pocas librerías que traían material de comics extranjero en brillantes publicaciones a exorbitantes precios y en donde la mayoría (y me cuento en ese grupo) solo íbamos a mirar porque los precios eran imposibles.


Una gran revista que merece un recordatorio algo más permanente que el papel en que está impresa. Tal vez un volumen que muestre la labor de las historietas y revistas en esos tan riesgosos e inolvidables años.  Un interesante proyecto que aún espera a su autor.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

La nostalgia no es nueva

Rebuscando en carpetas, pilas de revistas y baúles (en sentido figurado por cierto) el otro día encontré una curiosidad que viene a demostrar, por enésima vez, que la nostalgia es permanente.  Se trata del ejemplar número 15 de la revista Banmédica de Octubre de 1985.   Los que viven en Chile saben bien qué es Banmédica, pero para el resto del mundo señalemos brevemente que es una especie de aseguradora privada de salud, y que producto de las reformas que el gobierno de Pinochet hizo, estaba en esos años comenzando su larga andadura, la que buscaron potenciar su imagen con este tipo de revistas de distribución gratuita.



En ese ejemplar, y ya desde la portada de la misma, se anunciaba un artículo dedicado a las “revistas de cuando era chico”.  Todas las que aparecen allí son revistas de comics o infantiles que, para ese año, prácticamente habían desaparecido de la producción nacional desde hacía diez años (ver al respecto la nota que hay en este blog sobre el año 1987 y los comics e Chile).



El trabajo periodístico lo firma Luisa Ulibarri, quien es autora de uno de los pioneros trabajos de estudio de los comics y las caricaturas en Chile, con el libro que publicó en la editorial Quimantú el año 1972 titulado “Caricaturas de ayer y hoy”.



La nota no pretende más que recordar las más recordadas y populares revistas de los años 40 (El Peneca, Okey, etc) a través de testimonios de adultos en el año 1985.


Interesante nota que trae a colación una vez más la nostalgia de los recuerdos de cuando éramos niños.  Y esto nos lleva a plantearles que ya se ha ido a imprenta el volumen “Comics en Chile – Catálogo de Revistas 1908  2000” que en 176 páginas a todo color recorre todas las revistas publicadas en el siglo XX en Chile, junto con el detalle más preciso que se ha podido conseguir de sus ejemplares y características editoriales.  Estén atentos a las novedades respecto al pronto lanzamiento, y mientras pueden visitar la página de facebook de la editorial  NautaColecciones.

sábado, 26 de octubre de 2013

Revista PULGARCITO (1937)

Un primer suplemento de comics como revista.

Pulgarcito fue el nombre en Chile de una revista en formato tabloide publicada bajo el sello de editorial Ercilla desde fines de los años 30, la década del cuarenta y los primeros años de los cincuenta. Inicialmente se editaba e imprimía en EEUU, bajo convenio con la compañía King Features Syndicate, y posteriormente en Chile por Zig-Zag. 

Se planteaba inicialmente como un “Semanario Infantil – 10 Páginas Cómicas” (y sin indicación de la editorial), para pasar en el año 4 a señalarse como “Semanario Cómico” (y editado por Editorial Ercilla), lo que correspondería a una versión en castellano de la denominación norteamericana de Comics, concebido como parte de la edición dominical de los diarios.  Con un total de 16 páginas, contenía todas las tiras que distribuía este sindicato, y la impresión era de muy buena calidad incluyendo únicamente los trabajos  que se publicaban los domingos (llamadas Sunday Strips). Comenzó a venderse los días sábado a contar de Septiembre del año 1937, y probablemente impacto a miles de jóvenes que pudieron disfrutar de lo mejor de la producción norteamericana en ese entonces. 

Aun cuando no hemos podido comprobarlo plenamente, tenemos la sospecha que fue la King Features Syndicate quien ofreció el servicio de impresión de este suplemento a varios países, cosa que ya hacía en EEUU con los suplementos dominicales de varios diarios.  En parte lo podemos comprobar en que las historietas publicadas tienen tan solo un desfase de dos meses con respecto a la fecha de publicación original, lo que se explica por la traducción, la impresión y luego el transporte en barco.  La gran diferencia que podemos destacar aquí, es que se planteó como una revista independiente, en vez de ser el suplemento de historietas comicas.


En los primeros años también se incluyeron un par de páginas con novelas seriadas semana a semana. Curiosamente una de ellas correspondía al personaje Chascón, que saliera a la luz pública en la revista que la editorial Ercilla publicó poco antes, y llamada de la misma forma que el personaje: Chascón y que era una curiosa mezcla de novela e historieta intercalada (con trabajos de Christie).  Pero dejemos esta publicación para otra entrada.  Alrededor del año 1941 ya no se ven esas novelas seriadas y únicamente pueden verse historietas en todas sus páginas.

También es de destacar la gran cantidad de ejemplares editados, más de 900, con lo que supera a cualquier otra publicación chilena dedicada a la historieta, aunque el papel y formato en que se imprimió han impedido que su recuerdo se conserve debidamente. 

Fueron muchos los años en que allí se vio casi todo lo destacable que se producía en el país del norte, y en formato muy adecuado a las tiras dominicales que se reproducían: Príncipe Valiente, Flash Gordon, Mandrake el Mago, Popeye, Brick Bradford, por citar las más conocidas.

Posteriormente (alrededor de 1948) pasaría a ser editada completamente en Chile, sin el completo color, que ahora se reducía a solo tres, quedando con una apariencia semejante a la que luego se verá con la revista Okey, y reduciendo la brillantez de las historias en varias de ellas. También destaca la publicación de series de otros países, como el caso de Francia, desde donde hemos identificado al menos dos, Bob Mallard y Lince Blanco (Lynx Blanc), al parecer ambas publicadas en la misma época en la revista de “bande desinee” (historietas) francesa de post-guerra Vaillant.



El último ejemplar de esta publicación en formato tabloide sería con el número 909 fechado en Diciembre de 1955, concluyendo una larga serie, en donde la principal característica fue la ausencia de la producción nacional.

jueves, 23 de mayo de 2013

Revista DON FAUSTO - Pioneros de la CF nacional


La revista Don Fausto tuvo dos fases claramente distintas.  Daremos hoy un vistazo a la primera de ellas. Es el 27 de Agosto de 1924 y la revista Don Fausto sale semanalmente al público con un tamaño de revista estándar (18 x 25 cm), a cuatro colores, y con mucha historieta en formato de cuadros con textos de apoyo en cada uno (el cincuenta por ciento del contenido). Esta pionera publicación se sustentó en la popularidad del personaje que se publicaba con singular éxito en el diario El Mercurio  desde 1922, y así en todo el mundo (domo lo testimonia el haber sido el primer trabajo de historieta “sindicalizado” desde USA a todos los rincones del mundo).

También se incluían historias ilustradas, y en algunos números fotos de sus lectores, de manera muy similar a lo que hacía El Peneca en ese entonces.  Son distintas, por cierto, la edad de los retratados, pero llama la atención la similitud de la idea. Inicialmente es el personaje que da nombre a la revista quién asume la portada,  durante la primera decena de ejemplares, para luego pasar a otros personajes, desapareciendo por completo Don Fausto y sus amigos en la revista en el ejemplar 19. Esta historia corresponde a la historieta anglosajona “Bring Up Father” y es sobre un inmigrante que se hace súbitamente millonario ganando la lotería, pero que no puede ni desea abandonar a sus amigos y sus costumbres, mientras su esposa, Crisanta en la versión chilena, solo desea mostrarse como nueva rica.

  

En su interior la revista incluye una serie de otras obras de historieta de una o dos páginas, prácticamente todos ellos trabajos extranjeros.   Destacan por sobre todo los trabajos dedicados a los –entonces- populares personajes del cine mudo norteamericano como “Harold Lloyd” o “Gale Henry de la ‘Mack Sennett’” (conocida productora en esos años con destacados y famosos personajes cómicos del cine mudo).
  Es con el ejemplar 29 cambia de formato y contenido. Se transforma en una revista dedicada a las novelas y cuentos publicados como folletines ilustrados de todos los géneros, con inclusión muy esporádica de historietas.  El tamaño cambia creciendo hasta alcanzar el que tendría la mayor parte de su existencia, de 21 por 28 cm.  y con portada e interiores a dos colores.  Como se señala en las mismas páginas, esto se hace “siguiendo la tendencia de las más progresistas revistas infantiles modernas”.

En lo que nos interesa principalmente en este Blog,  el gran evento se produce con el número 14, en donde las páginas centrales se dedican al primer trabajo de ciencia ficción en Chile.  Nos referimos al Viaje de la Tierra a Marte.  A contar de este número, y hasta el fin de la primera etapa, vemos las desfachatadas historias del sabio profesor Plum y el fiero capitán Flan.



Supo imponerles el autor a sus personajes la gracia de dos personajes chilenos, pero que por sí solos no fueron suficientes para sostener la obra muchos capítulos. Así puede señalarse en los quince capítulos, tres etapas muy claras. Primero el viaje mismo desde Santiago hasta Marte; luego y ya en Marte conociendo las diversas especies marcianas; y finalmente en un viaje por los canales -llenos de agua- de Marte con el ingreso de dos nuevos protagonistas Chanchulin y Mameluco. Este ingreso de Chanchulin y Mameluco (nuestros Hans y Fritz de los KatzenjammerKids) le permitió al autor generar más fácilmente una historia auto conclusiva, -más allá de ser una serie continuada- terminando cada semana con algún fin de capítulo que además enganchara para motivarlo a leer la continuación.

Esta obra es fruto del trabajo del dibujante Andrés Magré Furet, quien luego de este trabajo se marchó a Buenos Aires donde colaboró con varias publicaciones (incluyendo Billiken), volviendo a Chile a fines de la década del 30 y  para asumir en una compañía de distribución de películas de USA. Terminada la guerra Magré sale del país, para trabajar en distintas empresas relacionados con los medios en USA y Canada.

sábado, 6 de abril de 2013

Publicidad y Revistas de Historietas (1965-1972)


Hay un área de la ilustración y el comic chileno aún poco explorada.  Nos referimos a la publicidad de las revistas de historietas que usualmente hacían los mismos dibujantes y que se publicaban en otras publicaciones de la misma editorial.  Resulta muchas veces interesante y generalmente un positivo ejercicio de evaluación respecto a la evolución que los personajes y las historias fueron teniendo, además de mostrar en muchos casos, excelentes trabajos de los dibujantes.

Veamos a continuación una exposición de estas publicidades tal como aparecían en las páginas de estos comic-books, buscando desplegar algún sentido de evolución en el arte, y además podremos apreciar muy buenos trabajos hoy injustamente olvidados.



Para el personaje James Bond, del cual Zig-Zag adquirió la licencia para Chile, pero cuya confección a nivel de guión y dibujo, se hacía enteramente aquí, veamos un interesante cuadro.  Desde la reproducción de un fotograma de una película con certeza el trabajo más antiguo, hasta la representación de Bond por tres artistas distintos (H. Jiron, G. Gabler y el par Igor/Vega).

Otro grupo de publicaciones que viene desde el comienzo de las ediciones de Zig-Zag, y que por supuesto son un genero favorito que viene desde las novelas populares, el cine, y luego las revistas de historietas, son las historias con temas del Oeste.


Durante un tiempo, a la editorial Zig-Zag se le ocurrió estandarizar un modelo de publicidad de sus comic-books, incluyendo allí prácticamente todos los tipos de revistas.  Veamos un grupo de cuatro de ellos en el siguiente collage.



Un personaje que vino del sur arrasó, y lo sigue haciendo, desde el género de terror.  Como muestra dos publicidades de Dr. Mortis, de distinta época para goce de los aficionados.


Las revistas de guerra comenzaron a publicarse una vez que Zig-Zag firmara convenio con editoriales extranjeras para reimprimir su material, especialmente con la Fleetwood de Inglaterra.  Tres revistas vieron la luz casi simultáneamente, cada una enfocada en un “tópico”: guerra área, marítima y terrestre. Luego de un tiempo las agrupó en un solo y genérico título de Guerra.

Otro tópico habitual –por supuesto heredado desde el mercado extranjero- fueron las historias con héroes o heroínas selváticas, ya desde el muy popular Tarzán y todas sus variedades. Dos títulos monopolizaron esta temática.  Exhibimos a continuación un interesante cuadro con los dos personaje (Mizomba en la revista El Intocable, y Mawa en Jungla) y su evolución publicitaría de la mano de grandes exponentes de la gráfica local. Podemos ver la pluma de Oscar Camino, la dupla Igor/Vega, Juan Fco. Jara.



La ciencia-ficción tampoco estuvo ausente, y varios títulos fueron publicados, comenzando con la mítica Rocket.  Veamos un despliegue de publicidad para ellas.
>>Cuadro CF: 5xInfinito, Cap Jupiter y Col. Superfantastica

Ya en anteriores entradas hemos hablado de la transición que supuso el cambio de la editorial Zig-Zag a Quimantú en 1971, y del impacto en las revistas.  Vemos una exposición de algunas de las nuevas revistas o de las variedades de las antiguas que se generaron en ese cambio.


Y para concluir esta vistazo, un par de revistas que nunca salieron a kioscos, pero si se publicitaron.  Con esto queda claro que se tenía la intención de ser publicadas, incluso hemos leído referencias a que de una de ellas había un par de números listos, pero finalmente alguna consideración (probablemente comercial) las dejó en los escritorios de los dibujantes.


lunes, 4 de marzo de 2013

Zig-Zag y De Vidts, Vistazos de una disputa


Conocíamos el caso relativo al “curioso” caso de las revistas infantiles en donde Zig-Zag, cada vez que veía una amenaza a su imperio editorial, reaccionaba con dureza lanzando casi de inmediato una competencia que lo ahogara. Dado un artículo aparecido en www.ergocomics.cl escrito por Mauricio Garcia tenemos otros detalles de la relación De Vidts con Zig-Zag, en donde además se señala que –al parecer- el abuso de la posición casi monopólica de Zig-Zag era capaz de impedir el surgimiento de la competencia usando algunos instrumentos que ninguna “mano invisible” sería capaz de soportar.

Últimamente hemos encontrado un par de testimonios de Vidts aparecidos en sus revistas, que nos muestran algunos vistazos concretos y públicos de este tema.

Pero antes, y para validar lo ya expuesto, expongamos dos casos. 

  


Caso 1. Año 1941.  El mes de Abril una editorial independiente saca una nueva revista dirigida al público infantil en edad escolar.  Nos referimos a El Colegial.  En sus primeras portadas destaca el esfuerzo por disponer de una muy buena portada a colores, y como contenido, bastante más material de apoyo escolar, a diferencia de El Peneca.  Así las cosas muchos padres pensaron que era mejor alternativa pasarles una revista que los estimule a aprender, en vez de despertar su fantasía.

No pasaron seis meses y Zig Zag saca una nueva revista, con el mismo formato de El Peneca y El Colegia, pero con orientación escolar.  Nos referimos a El Cabrito que en estos primeros ejemplares es dirigida por la misma Roxane.  El resultado es que El Colegial no resiste ni un año más. Su último ejemplar, el 76 sale en Septiembre de 1942.  Distinta suerte corre El Cabrito que genera dos cambios importantes que la llevan a los 362 ejemplares: aumenta su tamaño para distinguirse de El Peneca y entregar mayor espacio a elementos recortables, y coloca una nueva editora Henriette Morvan.

  


Caso 2. Año 1949. Dentro de su esfuerzo combativo en casi todos los frentes posibles, De Vidts saca  una revista infantil titulada Aladino.  El tamaño es inferior al de El Peneca, semejante a otras publicaciones de la década del veinte como Mamita. El día anterior a la salida a quioscos de Aladino, Zig Zag lanza a la venta una nueva publicación amparado en el renombre de Coré.  Es Condorito, cuentos ilustrados.  En un comienzo más que una revista era un cuento ilustrado por Coré, quien como editor fue agregándole luego otros contenidos. Pero parece que la competencia no fue tal y “Aladino ganó por knoc-out técnico” desde el primer mes.

Dado eso,  tres meses después, Zig-Zag saca una nueva revista infantil llamada Simbad.  Nuevamente mantiene el tamaño y se apoya en el equipo de El Peneca con Elena Poirier a la cabeza.  Parece que este nuevo ataque resulta algo más efectivo.  Aladino se mantiene, pero las notas editoriales parecen traslucir un resultado económico no muy positivo, así como unos curiosos avisos para comprar acciones de la editorial,  y De Vidts vende este título que, bajo la editorial del diario La Hora, aumenta su tamaño y se re-enfoca en una especie de pulp que le permite llegar hasta el ejemplar 98 en Junio 1951.  Simbad, mientras tanto, llega sin mayores cambios, hasta el ejemplar 382 en diciembre de 1956.

   

Veamos ahora los testimonios que hemos encontrado. Son dos.  Primero en la revista La Raspa, el intento de De Vidts por competirle a Topaze.


El segundo, el testimonio escrito en el ejemplar número 15 de Aladino.