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domingo, 29 de noviembre de 2015

La Ilustración - Una revista modelo

En el trabajo de preparación de mi siguiente libro he debido retroceder en el tiempo con publicaciones cada vez más antiguas en Chile, incluso desde fines del siglo XVII.  Así las cosas aparecen diversas situaciones con respecto a la numeración en ellas que resultan confusas.  También se encuentran repeticiones de títulos en distintos años. En fin una gran confusión que puede llevar al más conocido a cometer algún error en su definición.

En la entrada de hoy revisare la revista LA ILUSTRACION que desde el año 1899 y hasta el año 1906 se publicó en Chile, gracias a que hemos podido disponer de un gran número de ejemplares que me ha permitido acercarme a comprender su numeración y sus avatares en el tiempo. 
1899 Número 2

La revista La Ilustración es una revista ejemplar, dado que durante una época, la más conocida y divulgada, dispuso del arte en portada del dibujante de origen italiano y afincado en el país José Foradori.  Sin embargo su historia comenzó años antes.

Durante casi toda su historia la revista dispuso de una aparición semanal y la  fecha de publicación no se reflejó como se usa hoy, sino que se señaló como número de semana dentro del mes.  Por ejemplo la "cuarta semana de Octubre de 1899".
1900 Número 34

La revista comenzó a editarse en la Tercera Semana de Septiembre de 1899, en su Año I de publicación.   Se definía como "Revista Semanal Ilustrada" y sus directores eran V. Rovira R. y M. Poblete C.  En esta época los dibujos eran de Luis E. Gutierrez.  Pronto se suma Emilio Dupré, un artista que puede verse participando en varias publicaciones de la época tanto en ilustración como en caricaturas.  En este primer año publica 18 números hasta Enero de 1900.

Luego el año 1900 comienza la publicación de la revista en la Cuarta Semana de Abril y, oh sorpresa, ¡nuevamente como Año I!.  ¿Cuál es la explicación?  Pues que ahora sus directores son dos hermanos, uno de los cuales veía del año anterior: Manfredo y Alejandro Poblete Cruzat. Como director artístico se indica a G. Helfmann, persona de gran importancia en la industria editorial chilena de comienzos de siglo y a la cual tal vez más delante le dediquemos una entrada. Y el segundo motivo porque explícitamente señalan no ser la misma revista. Se dice textualmente en el primer ejemplar de esta nueva serie: "Siguiendo las huellas de ese semanario publicaremos este nuevo periódico."

1901 Número 65

La serie del año 1900 publica 37 ejemplares hasta la Quinta Semana de Diciembre de 1900.

En 1901 se publica la serie correspondiente al Año II, pero se mantiene la numeración que veía desde 1900.  Así los ejemplares de este año son numerados desde el 38 al 75, con un total de 38 ediciones semanales desde la Segunda Semana de Abril. Las portadas e interior son en blanco y negro al comienzo, y luego se experimenta con color a partir del  ejemplar 11.
1902  Número 22

En el año 1902 se publica la serie comenzando ahora desde el número 1, Año III.  Se editan 52 ejemplares hasta la Cuarta Semana del 1902.

Luego llega el año 1903, y se produce un nuevo cambio, que lleva a la confusión a todo lector desprevenido.  Como ya se había hecho antes se comienza desde el número 1, pero se llega solo hasta el 26.  Luego se comienza ¡el segundo semestre desde el número 1!.  Así hay dos series del año 1903, numeradas desde el 1 al 26, una por semestre.  Esta serie, por vez primera, se adentra en el rubro de la sátira política con trabajos de Dupré, Palacios, A. del Mono, Raúl y C. Romo. Es la única época dentro de todas las series donde se enfocó en sátira.

1903 Segundo Semestre Número 22

En 1904 vuelve la "normalidad" y se reanudan las publicaciones en la Segunda Semana de Marzo, como Año V, y publicando 42 ejemplares hasta la Cuarta Semana de Diciembre de 1904 numerados consecutivamente desde el 1.

Ya para el año VI, 1905, aparece en el mercado una revista nueva y que será competencia directa.  En Febrero de ese año comienza a publicarse Zig-Zag, pero La Ilustración sale nuevamente con el Año VI (que debería ser séptimo, no olvidemos)  comenzando ordenadamente en la primera semana de Enero numerados desde el 1 en adelante, con aparición semanal y magníficas portadas del artista José Foradori.  Ya para el ejemplar cinco se anuncia un cambio, en vez de aparecer los domingos lo hará el sábado en la tarde.  Ahora se califica de “Semanario, Festivo, Artístico, Literario i de Actualidades”.

1905  Número 6

Y así continuó hasta el ejemplar número 19 de la Primera Semana de Mayo. A continuación comenzó a salir en forma mensual desde Junio y sin portadas de Foradori,  hasta el número 24 de Octubre de este año en forma ordenada. Luego se publica el número 25 fechado en Diciembre y los números finales 26 y 27 ambos fechados como Febrero de 1906.

Es el canto de cisne de la revista que -probablemente- no pudo mantenerse ante la arrebatadora competencia de la revista de los Edwards.

1906  Número 27 (último ejemplar)


En total La Ilustración se publicó por siete años, desde 1896 y hasta 1906,  y editó un total de 266 ejemplares.



Todo un logro y en donde su análisis demuestra claramente lo complicado que resulta seguir la numeración de las revistas en esos tiempos.

jueves, 13 de junio de 2013

La Revista Leoplán y la Ciencia-Ficción

Nacida en el año 1934, Leoplán fue una de las revistas argentinas pioneras a la hora de integrar obras de ficción (novelas, cuentos) junto con notas de actualidad, fotografías, etc con una alta calidad de impresión. Se definió desde la tapa como un “Magazine Popular Argentino” e incluyó en sus más de 700 números ficción de grandes autores de todo el mundo.  Dentro de esa gran cantidad de ejemplares, hemos podido hallar algunas muestras de Ciencia-Ficción que reseñaremos, con el convencimiento de que son una pequeña muestra dentro de la inmensa cantidad de obras aparecidas.

Al menos conocemos dos tamaños usados por la revista en su larga historia.  El inicial, de gran tamaño, casi tabloide (29 x 22,5 cm).  Y el de la era final, algo más alto que el de bolsillo (22,5 x 14 cm) pero que corresponde a la mitad del tamaño antiguo.

De la primera época sabemos de:


Ejemplar del 30-Julio-1930 con La Peste Escarlata de Jack London.  Jack London es un escritor norteamericano famoso por sus novelas realistas y de aventuras a fines del siglo XIX en Alaska, pero que produjo algunas notables obras de CF, generalmente de futuros post-cataclísmicos, entre ellos el que da título a esta novela en Leoplán.



Ejemplar del 19-Sept-1945 con El hombre que venció al átomo de la escritora suiza Noelle Roger.  Roger, de nacimiento Hélène Dufour, quien además fuera periodista suiza, nació el 25/Sept/1874 y falleció el 14/oct/1953. La gran mayoría de sus obras de anticipación son más bien críticas y con aires pesimistas.


De la segunda época hay algo más bien de no ficción, y en el tenor de dos de los grandes temas de la década del cincuenta. La carrera espacial que en ese entonces realizaban las dos superpotencias, y la presencia de testimonios de los “platillos voladores” sobre la tierra.


Mayo-1954  Nuevos Satélites para la Tierra

Noviembre-1954 El gran problema: Los Platos Voladores.




Y como entretención un aviso de la década del año 1941 referido al principal medio de comunicación instantánea de esos tiempos, la radio, y al gran tema entonces, la guerra mundial en curso.

viernes, 26 de abril de 2013

Dias de radio en papel - Revista La Familia Chilena


Existió un tiempo en que la radio dominó la imaginación de todos, y en donde los programas informativos, radioteatros, infantiles, de concurso, de entretención, fueron los reyes de la audiencia.  Y por lo mismo no fue raro ni extraño que hubiera un trasvasije de creatividad desde el programa principal hacia publicaciones en papel.  Se dio con programas infantiles, y también con otros de entretención.  Hoy revisemos el caso del programa (y luego Revista) La Familia Chilena.

Gracias a una muy detallada crónica del periodista Hernán Millas, y que está incluida en libro “Habrase Visto” (Editorial Andrés Bello, 1993) podemos conocer bastante del programa radial. Por ejemplo que fue comenzado el año 1940, que siendo un programa de “teatro” radial incluyo historias alrededor de una familia, y que una de sus descollantes actuaciones y que hizo famosa hasta décadas después de terminado el programa, fue la personificación de “La Desideria” a cargo de Anita Gonzalez como la asesora del hogar.  
  

El creador y responsable de los guiones fue Gustavo Campaña, quien mantuvo el programa hasta su fallecimiento el año 1958. No alcanzo a ver Campaña el advenimiento del nuevo medio, la televisión, ni la transformación de la radio por la masificación de radios portátiles (a transistores) y el surgimiento de nuevos gustos gatillados por la aparición de la nueva frecuencia FM y la re-evolución social que significaron los años 60.

En cuanto a la revista, comenzó a publicarse el año 1944 dirigida también por Gustavo Campaña e impresa y distribuida por Zig-Zag.  Probablemente la mayoría de los textos se deban al mismo Campaña. En cuanto a la abundante sección ilustrada, encontramos trabajos de Osnofla (Enrique Alfonso Mery), Flash, KiKo y Wolff entre los que están firmados. 
   

Al parecer la publicación no tuvo el mismo gran éxito del programa radial porque habría publicado tan solo 12 ediciones, todas ellas en  el año 1944.

martes, 2 de octubre de 2012

Revista Espacio - Historia de las Revistas de Ciencia Ficcion en Castellano

   
Continuando con la revisión de las revistas de Ciencia Ficción editadas en castellano, revisaremos hoy día una nueva revista publicada en México.  Nos referimos a la revista Espacio, y fue lanzada en ciudad de Mexico en 1977 por el sello de editorial Mosaico.

 


Al mismo tiempo la editorial sacó dos publicaciones similares dedicadas a la literatura del terror (con el título Duende) y policial bajo el titulo Intriga.  Espacio se indicaba que era dirigida por  Carlos Jaumá Guix, y comenzó a publicarse mensualmente desde Agosto de 1977. El formato es más bien pequeño y tuvo el innegable atractivo de brillantes y lustrosas portadas a todo color realizadas por Hans Romberg.  Poseía algunas ilustraciones interiores en blanco y negro, en donde logramos distinguir la firma de Fernandez, al parecer parte del acuerdo con la editorial española Picazo.


El total de seis números incluyo cuentos de autores anglosajones, pero también trabajos de autores españoles (Domingo Santos, Márius Lleget), o de origen ruso (Vladislav Krapivin, Alexander Belyaev, Arkady y Boris Strugatsky, y R. Yarov).

No incluyó página editorial, solo una presentación en el número 1, y tampoco otra sección que no fuera parte del contenido ya indicado de cuentos e ilustraciones.  La verdad es que más bien parece una pequeña antología que  una revista.



Por lejos lo mas destacado de esta revista son sus portadas, que recrean temáticas tradicionales de la Ciencia-Ficción pero en un nuevo estilo.

  

miércoles, 8 de agosto de 2012

Breve Historia de la Revista El Cabrito

En 1941 la editorial Zig-Zag comenzó a publicar una nueva revista infantil, con el mismo tamaño que la revista El Peneca, y también dirigida por Elvira Santa Cruz (Roxane).  La gran diferencia entre ambas publicaciones estaba en el enfoque explícitamente cultural que se le deseó entregar: recrear educando.  Otras diferencias estaban en el staff de artistas, y en la calidad del papel, notablemente inferior. En los primeros ejemplares las páginas de portada eran a todo color, y además se incluyó una segunda página al centro también a color.
    

El artista principal era Lautaro Alvial B, quién tenía además un conjunto de otros dibujantes incluyendo su hermano mellizo Anibal. También en estos primeros ejemplares destacaban los trabajos de Walterio Millar, con una adaptación de “Cuatro Remos”, y una sección “De nuestra historia”.  Mas adelante Millar publicaría una Historia de Chile ilustrada, que sería muy popular en los años 50’s y 60’s. También trabajos de Henriette Morvan, con notas, adaptaciones y cuentos.
  
Pronto el nombre de Roxane deja de aparecer como directora, y cerca del ejemplar número 50, El Cabrito aumenta su tamaño, mismo que mantendría  hasta el fin de la revista, y eliminó la página central a todo color.  En la parte historietas se suma “Pacha Pulay”, luego “El zar de los abimos” y “El nuevo Aladino” ambas al parecer de origen extranjero. De entre los trabajos de chilenos se suma un trabajo de Christie, con globos de texto y autoconclusiva: “Aventuras de dos ‘cabros’ y un cabrito” (en donde el término ‘cabros’ se aplica coloquialmente a niño).
Henriette Morvan que venía colaborando desde el comienzo, es nombrada directora, y ya acercándonos al primer centenar de ejemplares, aparece la Ciencia-Ficción.  Una primera con la historieta de Flash Gordon, extrañamente titulada como “Yarko el invencible” y con el folletín "El avión invisible”, versión de la novela clásica  de Albert Bailly de 1929 y que ya en 1931 había publicado Zig-Zag en la colección Universo.
Una característica importante es la permanente y amplia cantidad de colaboraciones de los lectores: dibujos, anécdotas, poesías, humor, historia, etc muchas veces todos ellos impulsados por concursos.   Esta interacción nunca fue disminuida, sino al contrario, siempre fue incentivada, ocupando siempre al menos dos de las paginas de la revista.
También cerca de la centena hace su aparición en portada los trabajos de Adduard, todavía con excepciones como por ejemplo el 99 un trabajo de L. Alvial sobre B. Vicuña Mackenna. Muy pronto monopolizaría las portadas  con este niño mofletudo, y sus otros amigos todos de idénticas características.
   
Dentro de los trabajos en su interior, se comienza a dar ahora un fuerte impulso al trabajo de chilenos.  Primero con folletines ilustrados, y muy pronto con historietas apoyadas en texto.  En conjunto uno que otro trabajo extranjero: Bufalo Bill, de Harry O’Neil, y Peter Pan de Mo’leff.  Los dibujantes nuevos que comienzan a destacar: J. Escudero, Hortensia, Lagosin.  Vemos también a Rabello, y dentro de los trabajos fantásticos destacamos.   La adaptación de Lagosin para El Reino de Mar, de A. Conan Doyle.  Luego el trabajo de Sergio Rojas sobre la novela de H.G Wells Los Primeros Hombres en la Luna.   Terminando la anterior comienza la adaptación de Alcibiades Cuevas al trabajo de Rosny, La Muerte de la Tierra. Un trabajo juvenil de un colaborador colegial devenido en artista, Las Píldoras Voladoras de J. Otero.  En sus últimos veinte ejemplares dos nuevas series, por los nuevos integrantes del equipo. Primero Paladines del Aire, resultado del trabajo de Pedro Nolasco en el texto, y Arthur en los dibujos.  Ambos artistas habían comenzado a colaborar en ediciones recientes. 

La segunda obra es Kao, el superhéroe del futuro chileno. Ambos trabajos quedan inconclusos al cortar Zig-Zag la publicación de la revista en el ejemplar 362 (a fines de Septiembre de 1948), justo cuando la revista se aprestaba a celebrar su séptimo aniversario. Aun cuando Morvan señala en la editorial de despedida que el motivo fue un problema de costos, personalmente creo que fue un tema de enfocar la demanda de revistas infantiles en El Peneca, y para eso abandonar El Cabrito.  Creo esto porque claramente el mercado quedó “en demanda” y al año siguiente cuatro nuevas revistas salieron a quioscos: Simbad, Aladino (de la que contamos su historia en una entrada anterior), Condorito (Core) y Okey.

lunes, 16 de julio de 2012

Minotauro Primera Epoca: Historia de las Revistas de Ciencia Ficción


La revista que revisaremos hoy corresponde a una que integra lo que he denominado la fase de madurez, dentro del desarrollo de las revistas del genero en nuestra lengua. Estamos en los últimos años de la década de los 60 y en varios países observamos a creadores que ya tienen años de lectores de CF, y también de compenetración con el género.  En muchos casos están envueltos en el mundo cultural de forma independiente de este género.  Eso lo podemos observar en España, en México y también en el caso que veremos hoy en la Argentina.

La revista se llamo Minotauro y su editor fue Francisco Porrúa (bajo su el seudónimo de Alberto Gossein) pionero impulsor de la CF en Argentina.  En paralelo Francisco comenzó también la colección de libros, probablemente la primera colección con una selección de libros del género de muy alto nivel y por tanto respetado a todo nivel.

    

El material de la revista era originalmente de la publicación norteamericana The Magazine of Fantasy & SF, probablemente en ese entonces la mejor revista del genero en USA.  Lo que además hizo Francisco fue escoger lo mejor dentro de una cantidad de obras donde todo era bueno.

Diez números se publicaron entre 1964 y 1968.  Y tal vez lo mas destacable, además de la calidad de los obras, es la portada y estilo en general de la publicación.  Todos los ejemplares llevaron portadas caracterizadas por sus dibujos abstractos, muy alejados de todo lo que hasta ese momento se había visto, y también muy alejados de lo que la revista madre exhibía.

     

La edición incluía además la traducción de algún artículo científico también aparecido en F & SF.  Y tanto la ficción como la no ficción muy bien traducida.  No buscó la interacción con los lectores, y por ello el tono general es más bien de una muy cuidada y selecta antología que de una revista.

En la lista de autores que se publicaron allí hay nombres muy conocidos, al lado de otros cuyos nombres no eran asociados al genero o no eran conocidos para nada. Por ejemplo entre los primeros: Bradbury, Clarke, Leiber, Knight, Ballard y entre los segundos Zenna Henderson, Cordwainer Smith, Robert F. Young, y Kurt Vonnegurt, por citar algunos.

   

Una gran revista que tiene bien merecido su lugar en la historia del género en castellano.

jueves, 24 de mayo de 2012

La Revista de Ciencia Ficción y Fantasía – Historia de las revistas de Ciencia-Ficción en castellano



            Hemos ya revisado anteriormente una serie de revistas de Ciencia Ficción en nuestra lengua. La última de ellas corresponde a la revista mexicana Ciencia y Fantasía, una curiosa y poco creativa forma para denominar a una traducción de la revista norteamericana de la Mercury Publising The Magazine of Fantasy and Science-Fiction (F&SF).  Pues hoy veremos otra revista con nombre muy parecido, pero esta vez de Argentina. No referimos a La Revista de Ciencia Ficcion y Fantasía, de la editorial Orion.

            Publicación mensual que, tras el tan poco original título, incluyo una muy interesante propuesta que lamentablemente fue de corta vida.  Corría el año 1976 y Marcial Souto hacia el primer intento de hacer una revista con contenido de calidad y alejado de los convencionalismos del género.

            Partamos por las portadas.  Comenzando por lo que sería un sello de Souto, están muy alejadas de los paradigmas de revistas del género. Una especie de muro curvo volando, un rostro cubierto con una máscara, etc dan cuenta de un deliberado intento por escapar a lo tradicional: naves, estrellas, astronautas, etc.

Respecto al contenido destaca el surgimiento en Argentina de la critica seria y de variado material de no ficción, cosa que ya en España venía haciendo Nueva Dimensión desde 1968. El formato de la revista es semejante al de F&SF, un total de 128 páginas y sección de información y crítica literaria. 


Respecto al material de ficción, destaca nuevamente por un enfoque mas alejado de los clichés, casi acercándose al New Wave en algunos casos. Hay autores rioplatenses, y toda la plétora de los clásicos favoritos de Souto: Cordwainer Smith, Damon Knight, Robert Silverberg, Mario Levrero, en la parte ficción, y en el análisis y crítica Pablo Capanna filósofo argentino que ya no se separaría de Souto.  También se preocupó de poner allí a los clásicos del género, para no olvidar a los aficionados de viejo cuño: Bradbury, Asimov, etc.

Solo tres ejemplares aparecieron a fines de 1976 y comienzos de 1977. Desde ese momento, y hasta 1987 no pasaría prácticamente ningún año sin que Souto participara en alguna publicación.  De hecho después de los tres números consecutivos de esta Revista de CF y F, Souto publica Entropía, en 1978 que posee características muy similares con la anterior y que veremos en alguna entrada más adelante.


martes, 3 de enero de 2012

Ciencia y Fantasía – Historia de las revistas de Ciencia-Ficción en castellano

            Hemos ya revisado anteriormente una serie de revistas de CF en nuestra lengua. Hoy seguiremos avanzando en esa senda también en Mexico y en los años 50, con una publicación que comenzara a publicarse tan solo un año después que lo hiciera Enigmas.  Se trata de Ciencia y Fantasía, una curiosa y poco creativa forma para denominar a una traducción de la revista norteamericana de la Mercury Publising The Magazine of Fantasy and Science-Fiction (F&SF).



            Ciencia y Fantasía, editada por la Novaro, resulta ser mucho más interesante que el promedio de este tipo de publicaciones. Obviamente el motivo es la revista original, que en este caso es una revista de bastante buen nivel, F&SF, que en ese entonces se encontraba en un muy buen momento. También es interesante destacar que los números traducidos correspondían a ediciones muy recientes de F&SF. Así al leer hoy Ciencia y Fantasía es posible sentir el tono que caracterizara a F & SF, especialmente con los escritores de la "casa": Robert Young, Zenna Henderson, Idris Seabright, Mack Reynolds, Winona MacClintic; y entre otros más, los muy reconocidos Alfred Bester, Theodore Sturgeon, Poul Anderson, Robert Heinlein, etc.



            Una vez más para que no quedasen dudas, en la cubierta se señalaba "Una publicación Mercury" (la editorial propietaria de F&SF).  La traducción resulta legible, aunque cae en continuos ripios. Lo más increíble resulta ser el hecho de traducir en forma indiscriminada F&SF (o sus variantes) por Ciencia y Fantasía, con lo cual aparecían introducciones en las diversas historias como:  "... presentó su primer cuento en la revista Ciencia y Fantasía, hace unos seis años" (¡y Ciencia y Fantasía aún no existía!); o  "... estará de visita en Nueva York como maestro de ceremonias del banquete de la 14ª Convención de Ciencia y Fantasía" (¿convención de la revista en New York, o tal vez la WorldCon número 14?).


            El formato de Ciencia y Fantasía corresponde al clásico  digest, manteniendo un número estable de 128 páginas. No contenía ilustraciones interiores, y muy poco contenido de material de no ficción. Y, según se informa en la misma revista, su tirada osciló entre los 15.000 y los 20.000 ejemplares. Tal como sucedió en Enigmas, el acuerdo entre la editorial Novaro y Mercury incluyó otros títulos, que abarcaron distintos géneros.  En este caso es el género policial con la edición en castellano de Ellery Quinn, y una segunda titulada Novelas y Cuentos (Mercury).  Adicionalmente, y demostrando el interés que este género despertaba en esos años, se atrevió con publicación paralela que incluyó solo trabajos de escritores del país del género policial: Aventura y Misterio.


            Ciencia y Fantasía alcanzó a publicar 14 ediciones, desde Septiembre de 1956 y hasta el mes de Diciembre de 1957, y se distribuyo por la mayoría de los países de la América hispanohablante.  Su contenido se inclinó casi siempre por los cuentos, tanto cortos y como largos.  En una ocasión se atrevió con una novela en tres partes, el clásico de Heinlein “Una puerta al verano”, y en otra con la novela corta de Farmer “Noche de Luz” que los mismos editores clasificaron como “una narración fantástica que trata el problema sexual-religioso” dos de los temas tabúes y que F&SF ayudó a enfrentar llevando la CF a una era más adulta.